Un horror de reforma, SERRADILLA DEL LLANO

Esta casa, terminada en 1900, fecha que ostentó hasta fecha muy reciente en su chimenea, fue una de las casas más típicas del pueblo. Su fachada, hoy de tan lamentable aspecto, presentaba una pequeña puerta de entrada, franqueada por el típico poyo de piedra sombreado por la no menos típica y frondosa parra. con su paredón con tierra para facilitar su enraizamiento. Tras la pared de fachada, un espacio abierto, con un portalón cubierto para los carros y yuntas, dando a la calle de la izquierda. A continuación, otro espacio enlosado y techado, pero sin cierre de entrada. A la derecha en toda la longitud de ambos espacios, las cuadras en su parte inferior y los pajeros y henares en la alta. Seguía la vivienda propiamente dicha, a la que se accedía por un par de escalones, y tras cuya puerta se accedía a un distribuidor que dejaba a la izquierda la amplia cocina, usual en todas las casas, con su boca del horno (éste situado fuera en la parte techada), "escaños" a cada lado de la lumbre, bajo la amplia campana, tanto para secado al humo de la chacina, como para el secado de las castañas pilongas; la artesas para el amasado y reposo la masa del pan; "briega" para su refinado; la mesa-fregadero y los estantes de los cacharros y aperos de cocina, sin que faltaran entre estos los candiles, faroles y "carburos" para el alumbrado mientras no hubo corriente eléctrica, incluso después, mientras ésta estuvo limitada a una única bombilla de 60 bujías, que se decía entonces. A la derecha del distribuidor, la "Sala" con sus alcobas, estantes, mesa central, sillería, arcas, sonoro reloj, etc. de uso para las celebraciones más festivas. La vida ordinaria se hacía fundamentalmente en las cocinas
Al fondo se abría la escalera del "sobrao" extendido tanto sobre la sala como sobre el distribuidor, y algo fundamental en cualquier casa: la despensa.
Aún, con independencia de todo lo anterior, seguía un amplio corral, con portón hacia la que hoy es calle sin nombre, inexistente entonces, totalmente al aire en su mitad inferior y tejada la superior, dividida a su vez en dos, una sin pared de cierre frontal, y la otra totalmente cerrada, usada a veces como panera.
Para poder vigilar lo que sucedía en ella sin tener que salir de la casa, una ventana en la despensa permitía observar cuanto en el corral ocurría.

Una casa así, hubiera merecido mejor trato y conservación que la que se le ha dado

de la masa
(20 de Mayo de 2010)