Iniciaba yo mis estudios y un buen día mi profesor de Lengua Española me preguntó de donde era. Al responderle que de Serradilla del llano me espetó: ¡Hombre!, serradillano.
No me quedé muy convencido de que tal gentilicio fuera el correspondiente a nuestro pueblo por la sencilla razón de que serradillano podía aplicarse igualmente a Serradilla del Arroyo. Entonces no sabía yo que había otra Serradilla en la provincia de Cáceres.
Los gentilicios en español pueden formarse de distintas maneras, pero casi siempre añadiendo a la raiz del nombre de un pueblo o ciudad uno de los varios sufijos que indiquen origen geográfico. V. Gr. Sevill-ano, Cordob-és, Granad-ino, Cacer-eño, Castellon-ense, Ceut-í, etc... A veces, cambiando algunas vocales para evitar la cacafonía, es decir, el sonido repetido y con dificultades de pronunciación, o acudiendo a sus nombres romanos, griegos, o antiguos. Así Jienense en vez de jaenense, Onubense, de Onuba=Huelva, Gaditano, de Gades, nombre griego de Cádiz o Mirobrigense de Miróbriga = Ciudad Rodrigo, etc...
En una reciente obra titulada: Diccionario de Gentilicios: topograficos y apodos de Tomás de la Torre Aparicio, se enumeran como patronímicos de nuestro pueblo: serradillano, serradillense, serranitos, serranillos, serrallanos, serrillanos.
Los cuatro primeros los aplica también a las otras dos Serradillas por lo que no me parecen adecuados. Los de Serrallanos y Serrillanos, no ne resultan símpáticos
Yo propondía otros, a mi juicio, más adecuados, como serradillanenses, serradillaneses, serradillaneros, serradillaníes, serradillanejos, ... O si parecen demasiado largos, los de serrillanenses, serrillaneses o serrillaníes.
¡Claro que en cuestión de lenguaje lo que manda es el uso generalizado!
Un serrillaní.
No me quedé muy convencido de que tal gentilicio fuera el correspondiente a nuestro pueblo por la sencilla razón de que serradillano podía aplicarse igualmente a Serradilla del Arroyo. Entonces no sabía yo que había otra Serradilla en la provincia de Cáceres.
Los gentilicios en español pueden formarse de distintas maneras, pero casi siempre añadiendo a la raiz del nombre de un pueblo o ciudad uno de los varios sufijos que indiquen origen geográfico. V. Gr. Sevill-ano, Cordob-és, Granad-ino, Cacer-eño, Castellon-ense, Ceut-í, etc... A veces, cambiando algunas vocales para evitar la cacafonía, es decir, el sonido repetido y con dificultades de pronunciación, o acudiendo a sus nombres romanos, griegos, o antiguos. Así Jienense en vez de jaenense, Onubense, de Onuba=Huelva, Gaditano, de Gades, nombre griego de Cádiz o Mirobrigense de Miróbriga = Ciudad Rodrigo, etc...
En una reciente obra titulada: Diccionario de Gentilicios: topograficos y apodos de Tomás de la Torre Aparicio, se enumeran como patronímicos de nuestro pueblo: serradillano, serradillense, serranitos, serranillos, serrallanos, serrillanos.
Los cuatro primeros los aplica también a las otras dos Serradillas por lo que no me parecen adecuados. Los de Serrallanos y Serrillanos, no ne resultan símpáticos
Yo propondía otros, a mi juicio, más adecuados, como serradillanenses, serradillaneses, serradillaneros, serradillaníes, serradillanejos, ... O si parecen demasiado largos, los de serrillanenses, serrillaneses o serrillaníes.
¡Claro que en cuestión de lenguaje lo que manda es el uso generalizado!
Un serrillaní.