No conservará el nombre en las placas por la milagría de quien parece enorgullecerse como de una proeza de lo que es tan sólo un acto de gamberrismo; pero el nombre sigue siendo el mismo en los planos que del pueblo tiene recogido el plano del Catastro.
Quien arrancó la placa y sus compinches tendrán que intentar también borrarlo de tales planos.
Quien arrancó la placa y sus compinches tendrán que intentar también borrarlo de tales planos.