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SERRADILLA DEL LLANO: Mucho ha cambiado el aspecto de la plaza desde mi niñez....

Mucho ha cambiado el aspecto de la plaza desde mi niñez. Para empezar ni la casa de la izquierda tenía dos pisos ni tenía el revoque de cal que ahora muestra. Mostraba en cambio la piedra desnuda. Además tenia un paradón con un ciruelo de exquisitas ciruelas claudias.La única puerta estaba más a la izquierda, en cuya proximidad la pared tenía muchas aldabas para sujetar las caballerías. Allí tenía su fragua Tio Manuel, que solía herrar a las caballerías precísamente a la puerta.
Tampoco la escuela tenía los contrsafuertes que ahora presenta. Justo debajo de la ventana central, que daba al pasillo, había un gran cubo de cemento, muy pulido. Era el deposito del agua del" Pilar". El agua procedía de lo más alto del Pracima, de una finca que creo era de Amadeo. Era conducida en tuberia de gres, de arqueta en arqueta, a todo lo largo del camino lindante con los huertos. Con gran frecuencia había que renovarla porque las raíces de los árboles de los huertos próximos, metiéndose por sus enlaces engordaban dentro tupiéndolas e impidiendola y dificultando la circulación del agua.La última arqueta estaba frente al camino, hoy calle, entre la casa de Ferino y la del cura. Era mucho más profunda que las restantesy recibía el agua de un manantial, que allí mismo vertía aguas, procedentes del Teso Carrascal.
Desde allí seguia la calle hasta la altura del pasillo de la escuela, por donde torcía para llegar al mencionado depósito.
éste tenía dos salidas; una, frontal, con grifo, que vertía en un pequeño pilarito, donde asentábamos las cántaras para el agua de las tinajas, que además recogía los vertidos, y otro lateral, con caño de salida permanente, que vertía al pilar, situado donde ahora existe otro, para abravar las caballerías. Solía tener bastantes sanguijuelas y había que tener cuidado para que no entraran en las bocas de las caballerías.
No siempre se lograba y entonces los herreros eran los encargados de arrancárselas, después de colocar unos hierros en sus bocas para mantenerlas abiertas mientras tanto.
El pilar vertia el sobrante directamente al regato, que corria paralelo a la carretera, hasta desembocar en el otro que bajaba del Pracima.
Lo que no se ve es el frontón, construido mucho más tarde, en cuyo lugar estuvo la primitiva fuente y algo más abajo un amplio charco donde la mayor parte del año lavaban las mujeres.
Donde hoy está el bar de Nacho, estaba la casa de tía Lucinda, algo oculta por la carretera que había elevado el nivel de la calle.
Tampoco existían las casas que se ven más allá de la carretera. ¡Ah! Los árboles no eran los mismos sino acacias que se plantaron hacia 1934.