Viendo una reseña del Corpus de Toledo en el Telediario, no pude menos que recordar el nuestro. Yo recuerdo el día del Corpus en Serradilla como uno de los días más bonitos del año.
Primero la excursión con el saco y la hoz al hombro para recoger galanas, tomillos y alguna que otra dedalera en flor para tapizar las calles del pueblo, especialmente aquellas por las que pasaba la procesión.
Los tapices y colchas multicolor cubriendo paredes de piedra y no digamos los altares del recorrido llenos de jarrones con azucenas, cairel, rosas y otras flores deliciosamente olorosas.
Para completar el cuadro, filas de niños y niñas vestidos nuevamente de comunión (se tomaba el día de La Asunción) con un cestillo de castaño o mimbre lleno de pétalos de rosa y margaritas que iban siendo esparcidos por el recorrido. Deliciosa mezcla de olores y colores.
Para los que lo ignoran o lo han olvidado, recordar que se dejaban las calles engalanadas hasta la noche de San Juan en que se barrían, para una vez amontonados los restos de los tomillos y de las galanas, prender fuego a las hogueras en cada barrio y pasarlo pipa saltándolas. Nada de quemar trastos, ni muebles viejos, ibamos todos a la cama oliendo a gloria bendita.
Por cierto, hace unos días me quisieron vender un tiestito con galanas (oficialmente espliego) como algo especial importado de Holanda, je, je.
Manolo, quizás tengas alguna foto de nuestra Comunión o nuestro Corpus, sería bonito que la colgases.
Primero la excursión con el saco y la hoz al hombro para recoger galanas, tomillos y alguna que otra dedalera en flor para tapizar las calles del pueblo, especialmente aquellas por las que pasaba la procesión.
Los tapices y colchas multicolor cubriendo paredes de piedra y no digamos los altares del recorrido llenos de jarrones con azucenas, cairel, rosas y otras flores deliciosamente olorosas.
Para completar el cuadro, filas de niños y niñas vestidos nuevamente de comunión (se tomaba el día de La Asunción) con un cestillo de castaño o mimbre lleno de pétalos de rosa y margaritas que iban siendo esparcidos por el recorrido. Deliciosa mezcla de olores y colores.
Para los que lo ignoran o lo han olvidado, recordar que se dejaban las calles engalanadas hasta la noche de San Juan en que se barrían, para una vez amontonados los restos de los tomillos y de las galanas, prender fuego a las hogueras en cada barrio y pasarlo pipa saltándolas. Nada de quemar trastos, ni muebles viejos, ibamos todos a la cama oliendo a gloria bendita.
Por cierto, hace unos días me quisieron vender un tiestito con galanas (oficialmente espliego) como algo especial importado de Holanda, je, je.
Manolo, quizás tengas alguna foto de nuestra Comunión o nuestro Corpus, sería bonito que la colgases.
