Siempre que se acerca este día, no puedo menos que acordarme de mi padre (aunque nunca lo olvidamos) porque aun no siendo una persona de ir cada domingo a la
iglesia, la
noche de los difuntos después de cenar, nos pedía que todos juntos rezáramos una oración por todas las almas que ya no estaban con nosotros.
Creo que por mucho tiempo que pase, es algo que jamás olvidaré, y estoy segura que todas aquellas almas por las cuales rezábamos, los están protegiendo, y a través de ellos nos protegen a
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