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HISTORIAS DE LOS PASTORES.
Bueno La historia que quería contar del abuelo, era algo que nos contaba, de las anécdotas que Vivian entre los pastores.
Aunque, como ya no está mi madre, no sé si sabré explicar más o menos como era, pero seguro que mis tíos, lo saben mejor. Era algo así.
Los pastores solían reunirse en casa de alguno, en determinadas ocasiones unas veces, en una casa y otras, en la casa de otro de ellos. Cierto día le tocaba reunirse en casa del tío D…… apodado el G…… y había hecho una cazuela de arroz con leche.
Todos sabían lo goloso que era. y su condición. Así que empezaron a comer el arroz (pues todos comían en la misma cazuela) y al poco de empezar, este buen Señor, soltó la cuchara dejando de comer, pues dijo que no se encontraba muy bien, que no quería comer más.
Creyendo que al dejar de comer él, siendo el anfitrión, todos dejarían de comer,
Pero como lo conocían, se dieron de señas para no soltar la cuchara, hasta terminar con todo el arroz,
Así que vio, que no dejaban, y estaban casi terminando, cogió otra vez la cuchara, diciendo.
Co... o si me descuido, os lo termináis y no me dejáis nada, a lo que contestaron ¿Pues no te encontrabas malo?
Bueno esta es una de ellas, otro día intentaré acordarme de algo más. O alguna de las historias del Castillo de la Reina Mora.
Que para mí tiene mucho “misterio” la sierra del castillo, aunque eso lo saben mejor mis primos.
Un abrazo para todos. De una Soteña.
Bueno La historia que quería contar del abuelo, era algo que nos contaba, de las anécdotas que Vivian entre los pastores.
Aunque, como ya no está mi madre, no sé si sabré explicar más o menos como era, pero seguro que mis tíos, lo saben mejor. Era algo así.
Los pastores solían reunirse en casa de alguno, en determinadas ocasiones unas veces, en una casa y otras, en la casa de otro de ellos. Cierto día le tocaba reunirse en casa del tío D…… apodado el G…… y había hecho una cazuela de arroz con leche.
Todos sabían lo goloso que era. y su condición. Así que empezaron a comer el arroz (pues todos comían en la misma cazuela) y al poco de empezar, este buen Señor, soltó la cuchara dejando de comer, pues dijo que no se encontraba muy bien, que no quería comer más.
Creyendo que al dejar de comer él, siendo el anfitrión, todos dejarían de comer,
Pero como lo conocían, se dieron de señas para no soltar la cuchara, hasta terminar con todo el arroz,
Así que vio, que no dejaban, y estaban casi terminando, cogió otra vez la cuchara, diciendo.
Co... o si me descuido, os lo termináis y no me dejáis nada, a lo que contestaron ¿Pues no te encontrabas malo?
Bueno esta es una de ellas, otro día intentaré acordarme de algo más. O alguna de las historias del Castillo de la Reina Mora.
Que para mí tiene mucho “misterio” la sierra del castillo, aunque eso lo saben mejor mis primos.
Un abrazo para todos. De una Soteña.