Muchas veces buscamos la belleza del arte en las catedrales, templos y monumentos de las ciudades, olvidando que en muchos templos de nuestros numerosos pueblos, podemos encontrar obras que no tienen nada que desmerecer a las de los grandes recintos monumentales por todos conocidos.

Un pueblo encantador mi padre nació allí yo hacia muchos años que no iva y fui el año pasado y me trataron como una más de allí, doy las gracias a todos y este año pienso ir otra vez soy la hija de Manolo
Rebulle mis abuelos Isidro y María, un abrazo

Próxima a Salamanca se encuentra esta iglesia del siglo XVI en la que se pueden ver trabajos admirables en retablos, imágenes y artesonado.

Los vecinos de esta localidad de la Armuña, los días 3 y 4 celebraron la sus fiestas dedicadas a la Virgen de La Encina. Esta imagen lleva en la iglesia parroquial del siglo XVI algo más cien años y procede de una ermita ya desaparecido junto al arroyo de igual nombre que estaba bajo la advocación de esta Virgen.

El ser un pequeño pueblo no está reñido con tener una iglesia que parezca una catedral.

Ayer, Viernes Santo, el mundo cristiano celebro el Día de la Santa Cruz; conmemoramos el sacrificio de Jesús en la Cruz como redención de los hombres.

Interesante artesonado que tenemos la suerte de que haya llegado hasta nosotros. Solamente queda de la traza originar el que se encuentra encima del altar, del resto de la iglesia desapareció bien en algún incendio o como consecuencia de la desidia y abandonado que tuvo el templo durante décadas.

El apellido del pueblo tendrá algo que ver con los moriscos granadinos que fueron trasladados a Castilla después de sofocar la rebelión alpujarreña?

El Retablo es una obra renacentista del siglo XVI (1558-1559) con fuerte influencia del Maestro Berruguete, dedicado a la advocación de la Exaltación de la Cruz, está reconocido como una de las piezas de mayor calidad existente en la Diócesis de Salamanca.

El retablo está dedicado a la exaltación de la Santa Cruz, contiene 16 tablas pintadas con escenas del Evangelio y de invención de la Cruz, más otras 12 de menor tamaño con figuras de los Santos y Padres de la Iglesia, 11 esculturas de buito redondo doradas y estofadas, un Calvario en el ático y dos altorrelieves.

El templo de la Santa Cruz, que así es como se llama la iglesia de Palencia de Negrilla, encierra una de las más preciadas joyas del patrimonio artístico salmantino, como lo confirma su declaración de Bien de Interés Cultural en el año 1969. La puerta abierta en el muro norte tiene una portada románica que ya nos dice algo de su antigüedad. La del sur, que es la principal, tiene elementos ornamentales que nos recuerda a los de la catedral de la capital y nos retrotrae a los primeros años del siglo ... (ver texto completo)

Imagen de la virgen de La Encina, se encuentra en una capilla contigua construida para este fin, espacio en el que hay más figuras religiosas. La imagen de la virgen fue instalada en el siglo XIX al desaparecer la ermita en la que se veneraba, situada junto al arroyo de La Encina, celebrándose su festividad el domingo de Pentecostés (quincuagésimo día después del Domingo de Pascua de Resurrección, correspondiendo esa celebración para el año en curso para el 4 de junio.

Curiosa y poco abundante pila bautismal. Al parecer es del siglo XIV y se diferencia de la mayoría en su forma; está es de las conocidas como de "brocal de pozo" o de "vaso", por su forma; las más conocidas y abundantes son en forma de copa. Esta carece de cualquier adorno y las otras suelen tener esculpidos diversos motivos.

Es una bonita y artística portada que tiene un inconveniente, ese son las palomas que allí tienen su morada. En propia fografia se ven varias y eso que muchas volaron asustadas con mi presencia. Sus excrementos llenan el pavimento de acceso, pero si se mira hacia arriba se verá la cantidad de palominos que hay, lo que dará una idea del estado de las figuras y demás. Si no se pone remedio, el deterioro de la piedra será notable y, si en el futuro alguien quiere restaurarla, nos va a costar un ojo ... (ver texto completo)

Precioso artesonado en el cabecero de la iglesia, posiblemente sea el original de la antigua iglesia o de una ermita ya desaparecida, puesto que al parecer es anterior a la iglesia que hoy conocemos.