En toda poesía el vestido amarillo constituye la mitad del cuerpo y, en algunas, como sucede en la lírica, el vestido
amarillo es todo.
amarillo es todo.
El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas, Sin con el chocolate no te quieres quemar, deja a otro antes probar.
Puede que no seas perfecto/a, pero tus defectos son encantadores.