Estaban Romeo y Julieta en una noche muy romántica, con luna y en un
lugar muy alejado y privado y mantenían la siguiente conversación:
Julieta:
Romeo ¿no quisieras que coja tu miembro con mis manos y lo acaricie a
él y a tus bolitas, para que sientas placeres enormes? Romeo: ¡Como se te ocurre, amada mía!, ¿Cómo vas a usar esas manos tan puras para algo así? No, no, de ninguna manera.
Julieta:
Romeo, amor mío, ¿no quisieras que coja ese miembro tan varonil, y lo
ponga entre mis piernas o entre mis senos, y te haga llegar a niveles
de placer jamás alcanzados por humano alguno?
Romeo: ¡Jamás!,
nunca permitiría que esas partes tan tuyas, tan blancas y sin mancha,
puedan ser tocadas por esa parte tan sucia de mi cuerpo. No, dueña mía,
¡jamás!
Julieta: ¡Ay, amado mío!, ¿No quisieras entonces
introducir ese gran pedazo de carne tuya, dentro de mi boca y que con
esto, logre estremecer tu cuerpo y alma con tiernas y locas caricias?
Romeo:
¡Nunca jamás!, no puedo pensarlo siquiera, que mi miembro varonil toque
esa boca tuya que solo dice cosas hermosas y canta a viva voz tu amor
por mi.
Julieta: Bueno Romeo, entonces vamos a tener que pensar en otra cosa, porque a mí, ya me está doliendo mucho el CULO!.
lugar muy alejado y privado y mantenían la siguiente conversación:
Julieta:
Romeo ¿no quisieras que coja tu miembro con mis manos y lo acaricie a
él y a tus bolitas, para que sientas placeres enormes? Romeo: ¡Como se te ocurre, amada mía!, ¿Cómo vas a usar esas manos tan puras para algo así? No, no, de ninguna manera.
Julieta:
Romeo, amor mío, ¿no quisieras que coja ese miembro tan varonil, y lo
ponga entre mis piernas o entre mis senos, y te haga llegar a niveles
de placer jamás alcanzados por humano alguno?
Romeo: ¡Jamás!,
nunca permitiría que esas partes tan tuyas, tan blancas y sin mancha,
puedan ser tocadas por esa parte tan sucia de mi cuerpo. No, dueña mía,
¡jamás!
Julieta: ¡Ay, amado mío!, ¿No quisieras entonces
introducir ese gran pedazo de carne tuya, dentro de mi boca y que con
esto, logre estremecer tu cuerpo y alma con tiernas y locas caricias?
Romeo:
¡Nunca jamás!, no puedo pensarlo siquiera, que mi miembro varonil toque
esa boca tuya que solo dice cosas hermosas y canta a viva voz tu amor
por mi.
Julieta: Bueno Romeo, entonces vamos a tener que pensar en otra cosa, porque a mí, ya me está doliendo mucho el CULO!.