donde estas corazo, mandame algo para saber de ti.
donde estas corazon, tu flor muy linda
Poema
Domesticamos el barro
y los zapatos,
la cuesta terminaba
en un montón de arena
justo en donde ahora
los niños se columpian
y nuestras bicicletas
ya no frenan en seco.
Entonces sólo era tierra de nadie,
la boca hacia el poblado de chabolas
con sus perros, gallinas y caballos.
Al otro lado de las antiguas vías
la tapia nueva
del viejo cementerio
y los pinos domésticos del parque de la Elipa.
Allí, entre los escombros,
laderas de echadizo,
rastros de ovejas y motos de trial,
éramos amapolas y flores amarillas,
niños sin campo real
ni ciudad cierta.
Domesticamos el barro
y los zapatos,
la cuesta terminaba
en un montón de arena
justo en donde ahora
los niños se columpian
y nuestras bicicletas
ya no frenan en seco.
Entonces sólo era tierra de nadie,
la boca hacia el poblado de chabolas
con sus perros, gallinas y caballos.
Al otro lado de las antiguas vías
la tapia nueva
del viejo cementerio
y los pinos domésticos del parque de la Elipa.
Allí, entre los escombros,
laderas de echadizo,
rastros de ovejas y motos de trial,
éramos amapolas y flores amarillas,
niños sin campo real
ni ciudad cierta.
Poema
Para Ana.
Siempre necesitaré tu mano
para cruzar la calle
o ir hasta la tienda,
siempre tu voz
para guiar mis pasos
que se pierden
en este mapa
lleno de calles falsas...
y mira que es fácil orientarse
cuando se trata
de atravesar espacios
pero la vida
está mal cartografiada
y ahí estás tú,
que lloras, me regañas,
me pintas la sonrisa
de cuando éramos niñas
y me querías más
que al pan con chocolate,
nos reímos juntas con cada
- va a ser eso
- va a ser
y seguimos convirtiendo
sillas en caballos,
dibujando teatros
y salones de baile,
internados, jardines, piratas, indios, barcos...
ahora te llamo
que hoy no hemos hablado
y tengo que contarte
algo importante.
Para Ana.
Siempre necesitaré tu mano
para cruzar la calle
o ir hasta la tienda,
siempre tu voz
para guiar mis pasos
que se pierden
en este mapa
lleno de calles falsas...
y mira que es fácil orientarse
cuando se trata
de atravesar espacios
pero la vida
está mal cartografiada
y ahí estás tú,
que lloras, me regañas,
me pintas la sonrisa
de cuando éramos niñas
y me querías más
que al pan con chocolate,
nos reímos juntas con cada
- va a ser eso
- va a ser
y seguimos convirtiendo
sillas en caballos,
dibujando teatros
y salones de baile,
internados, jardines, piratas, indios, barcos...
ahora te llamo
que hoy no hemos hablado
y tengo que contarte
algo importante.
ventosa, un dia muy bueno tenemos, un abrazo