Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija es un clásico entre los refranes en español, uno de los más utilizados y conocidos por los hablantes. Su significado es que la protección de los poderosos suele favorecer a quien a ella se acoge, con lo que se aconseja acercarse a quien tiene ese poder para así beneficiarnos. De esta manera lo veía, irónicamente, el autor de El Lazarillo, que hacía a su personaje ampararse en el cobijo de "los buenos"; si bien en este caso el beneficio que obtiene viene a ser una mujer amancebada.
Decía la RAE, al incluir este refrán, que "la fortuna la logra el que tiene protección poderosa". Es de notar que la palabra sombra tiene el significado de "asilo, favor o defensa", acercando más el sentido del refrán a los hablantes
Decía la RAE, al incluir este refrán, que "la fortuna la logra el que tiene protección poderosa". Es de notar que la palabra sombra tiene el significado de "asilo, favor o defensa", acercando más el sentido del refrán a los hablantes