Se ha montado en el
caballo,
que pa
España le traía,
y en el medio del
camino,
la mora que se reía.
– ¿De qué te ríes, niña linda?
¿De qué te ríes, mora mía?
No te rías de mi caballo,
que por los
montes nos guía.
–No me
río de tu caballo,
que por los montes nos guía,
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