Hasta el siglo XV este municipio se denominó Garcivelasco, en honor de uno de sus primeros repobladores, durante los primero siglos de la baja Edad Media.
Diversos restos arqueológicos hallados, pertenecientes a la Edad de Hierro, han sido signos inequívocos de la presencia del hombre prehistórico en esta localidad. Existen documentos donde se cita la existencia de un Castro rodeado de fosos.
Posteriormente, llegaron los
romanos, hecho constatado por los diversos vestigios hallados en las inmediaciones de la Maza de
San Pedro y Negrillos. Queda patente que varias calzadas atravesaban el término de Villalba, entre ellos la Calzada Vieja y la Serrana. Cuentan que otro
sendero discurría por el Sur este del mismo, donde se descubrieron asentamientos antiguos.
RODRÍGUEZ PEÑA