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Hoy se cumplen 82 años de la proclamación de la Segunda República española, circunstancia que traerá recuerdos a los pocos cientos de miles de españoles que todavía viven y tienen memoria para recordar los acontecimientos que la precedieron y el resultado final de la misma.
Hoy también, es un día en el que dadas las circunstancias por las que estamos atravesando en España, son cientos de miles los españoles que se manifiestan en favor de la III república, más teniendo en cuenta el desprstigio al que está llegando la monarquía reinante actualmente.
No es mi intención hacer ningún alegato a favor de la república y en contra de la monarquía, pero quiero dejar unas notas sobre lo que mi abuela Trinidad dejé escrito en carta a su hermana Teresa, no sobre el advenimiento de la II, si no sobre la vida del campo en Villar de Argañán y en el seno familiar, en carta del 1 de junio de 1.934.
Habla del buen maestro que tienen en el pueblo y, da a entender, lo importante que considera que sus hijos aprendan y acudan a clase, ya que dice "... que sus hijos están buenos, todos andan a la escuela aprovechando el tiempo que puedan, nunca les quito de ir..." También, por lo que cuenta, debió ser un buen año agrícola "... Ya tenemos el tiempo de la recolección, pero bien tardía, pero si se goza hay buena cosecha; nosotros, algarrobas, este año tenemos sembrado bastantes, pues cuando vino la República ofrecieron de que las dehesas fuesen repartidas a los pueblos, y aquí empezaron enseguida con Hurtada y al fin, despues de dos años de lucha y de andar tras ella la sacaron, y son 23 que han entrado y sembraron las algarrobas y tienen ahora abarbechado para sembrar el trigo, no sabemos como saldremos, si tenemos suerte con los ganados algo sacaremos, pues se pagan 18.000 pesetas de renta y antes de la República se pagaban 27.000, así que tenemos ovejas, cerdos, churros, cabras, todo a partes iguales, la montanera ya fue para nosotros y nos valió 7.000 pesetas que arrendaron la bellota porque no teniamos entonces el ganado, por que cuando hizon el contrato fue la víspera de entrar en el monte, ahora vendieron un ciento de corderos y quedan otro ciento, la lana está muy cara, haber si sacamos algún dinero porque han sido muchos los gastos para comprar..."
Hoy también, es un día en el que dadas las circunstancias por las que estamos atravesando en España, son cientos de miles los españoles que se manifiestan en favor de la III república, más teniendo en cuenta el desprstigio al que está llegando la monarquía reinante actualmente.
No es mi intención hacer ningún alegato a favor de la república y en contra de la monarquía, pero quiero dejar unas notas sobre lo que mi abuela Trinidad dejé escrito en carta a su hermana Teresa, no sobre el advenimiento de la II, si no sobre la vida del campo en Villar de Argañán y en el seno familiar, en carta del 1 de junio de 1.934.
Habla del buen maestro que tienen en el pueblo y, da a entender, lo importante que considera que sus hijos aprendan y acudan a clase, ya que dice "... que sus hijos están buenos, todos andan a la escuela aprovechando el tiempo que puedan, nunca les quito de ir..." También, por lo que cuenta, debió ser un buen año agrícola "... Ya tenemos el tiempo de la recolección, pero bien tardía, pero si se goza hay buena cosecha; nosotros, algarrobas, este año tenemos sembrado bastantes, pues cuando vino la República ofrecieron de que las dehesas fuesen repartidas a los pueblos, y aquí empezaron enseguida con Hurtada y al fin, despues de dos años de lucha y de andar tras ella la sacaron, y son 23 que han entrado y sembraron las algarrobas y tienen ahora abarbechado para sembrar el trigo, no sabemos como saldremos, si tenemos suerte con los ganados algo sacaremos, pues se pagan 18.000 pesetas de renta y antes de la República se pagaban 27.000, así que tenemos ovejas, cerdos, churros, cabras, todo a partes iguales, la montanera ya fue para nosotros y nos valió 7.000 pesetas que arrendaron la bellota porque no teniamos entonces el ganado, por que cuando hizon el contrato fue la víspera de entrar en el monte, ahora vendieron un ciento de corderos y quedan otro ciento, la lana está muy cara, haber si sacamos algún dinero porque han sido muchos los gastos para comprar..."