... ¡y un bello amanecer en época otoñal en el Villar de Gallimazo!. La torre, de estructura sencilla o muy parecida a la de varias más, todas ellas del mismo estilo y construcción ubicadas en tierras de Castilla y León, su forma cuadrangular en la que las cuatro paredes que se elevan rebasando el nivel del tejado de la nave central y única del templo parroquial, sirven de base para apoyo y protección del campanario. Al parecer, las posibilidades económicas en la mayoría de los pueblos en aquella época, se supone que, en general, no daba para más lujos.