Solo había entrado una vez en esta iglesia, hace más de 20 años de ello y ya no recordaba como era su interior. Al traspasar su puerta principal bajo la torre el pasado sábado día 15, descubrí que era una magnífica obra; de una sola nave, con arcos de cañón, sillares muy bien cortados y perfectamente colocados; su estado de conservación es muy bueno. Tiene un retablo de estilo clásico en la cabecera y otros retablos menores en capillas laterales, con numerosas imágenes. Está muy limpia y tenía muchas flores naturales junto al Cristo que hay próximo al altar.