Los pueblos fronterizos, tanto los españoles, pero sobre todo los portugueses, nos muestran en numerosas viviendas de los siglos XVI y XVII personas a ambos lados de las ventajas de los pisos superiores, características, entre otras, que nos recuerdan se trata de viviendas que construyeron y habitaron cristianos nuevos, es decir judíos que huían de las persecuciones que contra ellos desataban los cristianos viejos y la Inquisición y buscaban la protección en los lugares agrestes y retirados de las regiones fronterizas.