Hola
Mi nombre es Oscar y soy de Bariloche, Argentina.
Mi abuelo materno, Melitón Vicente nació en ese pueblo en 1890, hijo de José y Andrea Cenizo.
Siendo un niño vino a mi país donde desarrolló su vida hasta su muerte en 1975, en paz y con el cariño de su familia.
Siempre fue mi abuelo preferido por su buen carácter, su enorme habilidad para fabricar cosas con sus manos, su generosidad y su gran amos a la familia.
El año pasado, 2016, después de varios intentos fallidos, pude por fin hacerme un tiempo, viajar a España y llegar hasta Villarmuerto.
Sabía ya gracias a esta página el estado actual del lugar, su historia y sus vicisitudes.
Fue un golpe al corazón llegar allí y recorrer brevemente el lugar, que me trajo muchos recuerdos de las cosas que contaba mi abuelo.
Por fortuna me crucé con tres lugareños que muy amablemente respondieron mis preguntas. Me confirmaron que no quedaba allí ningún Vicente ni Cenizo.
Da pena cómo el progreso hace que los jóvenes migren hacia ciudades más grandes y pueblos como éstos vayan desapareciendo.
Tomé algunas fotografías que las atesoro porque cada vez que las miro recuerdo a mi querido abuelo Melitón.
Visité tambiçen el cementerio y vi muchas placas con ese apellido y de alguna manera sentí que eran mis ancestros.
Sé que hice bien en ir hasta allí y si bien no encontré a alguien con ese apellido (Vicente) con el cual poder cambiar aunque sea unas pocas palabras, igual me queda un hermoso y melancólico recuerdo.
Gracias Villarmuerto.
Mi nombre es Oscar y soy de Bariloche, Argentina.
Mi abuelo materno, Melitón Vicente nació en ese pueblo en 1890, hijo de José y Andrea Cenizo.
Siendo un niño vino a mi país donde desarrolló su vida hasta su muerte en 1975, en paz y con el cariño de su familia.
Siempre fue mi abuelo preferido por su buen carácter, su enorme habilidad para fabricar cosas con sus manos, su generosidad y su gran amos a la familia.
El año pasado, 2016, después de varios intentos fallidos, pude por fin hacerme un tiempo, viajar a España y llegar hasta Villarmuerto.
Sabía ya gracias a esta página el estado actual del lugar, su historia y sus vicisitudes.
Fue un golpe al corazón llegar allí y recorrer brevemente el lugar, que me trajo muchos recuerdos de las cosas que contaba mi abuelo.
Por fortuna me crucé con tres lugareños que muy amablemente respondieron mis preguntas. Me confirmaron que no quedaba allí ningún Vicente ni Cenizo.
Da pena cómo el progreso hace que los jóvenes migren hacia ciudades más grandes y pueblos como éstos vayan desapareciendo.
Tomé algunas fotografías que las atesoro porque cada vez que las miro recuerdo a mi querido abuelo Melitón.
Visité tambiçen el cementerio y vi muchas placas con ese apellido y de alguna manera sentí que eran mis ancestros.
Sé que hice bien en ir hasta allí y si bien no encontré a alguien con ese apellido (Vicente) con el cual poder cambiar aunque sea unas pocas palabras, igual me queda un hermoso y melancólico recuerdo.
Gracias Villarmuerto.