Puedes estar lejos de mis ojos pero no de mis pensamientos.
Ya sabes la vida nos pone muchas veces la musica, pero no dice como bailarla.
Te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una
noche de
San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el
mar,
ahora que no hay más destino que el
camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el
río cuando pasa porque nunca volverá.
LA oreja de V@n Gogh.