Ermita de
San Miguel; fue
parroquia de los Hospitalarios. Se conserva buena parte de la obra
románica, aunque con muchas reformas, entre ellas la elevación del muro. Se trata de una
iglesia de una sóla nave con testero recto, entre los muros de éste, podemos ver ocho
canecillos románicos de labra muy tosca; en los muros de la nave también podemos ver algunos. En el lado sur hay una
portada a ras del muro, flanqueada por dos pilastras que enmarcan un triple
arco de medio punto con impostas de listel y chaflán, la molduración se prolonga en las pilastras. Sobre la rosca exterior se aprecian cinco canes de un antiguo
pórtico. Del interior sólo destaca un arco toral doblado con apoyos en impostas (321) El presbiterio semeja un recinto independiente del resto del
santuario. (53)