Los Olivera, entonces dueños de la finca, colocaron en la misma pared la inscripción un arrobamiento del pintor Zuloaga que dice, “hasta el Tormes se paró, para contemplarte extasiado y admirar tanta belleza”.
Los Olivera, entonces dueños de esta finca, colocaron en la pared la inscripción un arrobamiento del pintor Zuloaga que dice, “hasta el Tormes se paró, para contemplarte extasiado y admirar tanta belleza”.