Vero, Javier, no sabéis lo quie os estais perdiendo viniendo poco a Arcones, Vero, yo soy amiga de toda la vida de Lea, y te puedo decir que cuando éramos jóvenes, todo el pueblo desprendía vida, es cierto que es una satisfacción poder acompañar a nuestros seres queridos en la despedida, y que cada uno que se va de Arcones es algo nuestro que se va, porque todos somos familia, estamos emparentados de una forma reciente o anterior en el tiempo.
Pero es preciso que hagamos lo imposible porque en Arcones, y durante todo el año, se vuelvan a escuchar las risas de los niños y de los jóvenes
El apellido Arnoso en estos momentos no está muy presente, pero estoy esperando que, Samuel, vengas al ayuntamiento y lo busquemos juntos.
Violeta y amigos foreros, el día de S. Miguel, 29 de septiembre, nuestro patrono, también celebramos fiesta. ¡Os esperamos!
Pero es preciso que hagamos lo imposible porque en Arcones, y durante todo el año, se vuelvan a escuchar las risas de los niños y de los jóvenes
El apellido Arnoso en estos momentos no está muy presente, pero estoy esperando que, Samuel, vengas al ayuntamiento y lo busquemos juntos.
Violeta y amigos foreros, el día de S. Miguel, 29 de septiembre, nuestro patrono, también celebramos fiesta. ¡Os esperamos!
Mayor, cuanta razón tienes en que seguramente nos estemos perdiendo cosas maravillosas al no ir a Arcones mas en a menudo. A mi desde hace años, cada vez que paso por allí, se me despiertan unos sentimientos que no sentía cuando de pequeña nos llevaban a pasar los veranos allí con los abuelos casi por obligación... desgraciadamente, unos 25 años después, la vida la tienes hecha en torno a una serie de circunstancias, llámese trabajo, hipoteca, familia... que te "atan" a otro lugar... Soy hija de Lea y para mi madre su pueblo siempre, siempre ha sido algo insustituible y nunca se cansa de recordar y contar anécdotas vividas en Arcones hasta que se vino a Madrid a ganarse la vida. Siempre se arrepentirá de no haber tenido mucha mas independencia para haber ido y venido a casa de sus padres un fin de semana sí y otro también, sobre todo porque ahora que ya no les puede disfrutar allí el sentimiento que le produce parar en Arcones es uno de melancolía extrema mezclado con una profunda tristeza, que supongo que irá cambiando con el tiempo...