CEREZAS
El árbol del cerezo puede crecer naturalmente en casi cualquier lugar elevándose por encima de los diez metros.
Como alimento las cerezas son muy sanas y digestivas. Es una fruta muy sabrosa propia del comienzo de verano. En as virtudes medicinales cabe destacar un marcado efecto diurético, en parte por las sales minerales, ricas en potasio, y en parte por los flavonoides. Los derivados salicílicos le confieren al cerezo propiedades febrífugas, analgésicas y antirreumáticas. Además tiene un suave efecto laxante, que se acrecienta en función de la dosis.
Existen infinidad de variedades de cereza, por lo que la composición cambia de unas a otras. En general, se puede decir que son muy ricas en azúcar invertido. También contienen pequeñas cantidades de ácido salicílico, materias tánicas, pectinas y un colorante rojo llamado queracianina. Asimismo aparecen algunas sales potásicas. En las semillas se encuentra un aceite graso, trazas de esencia y algunos ácidos tóxicos como el cianhídrico. La composición de las cerezas ácidas es semejante, con un aumento de la concentración de algunos ácidos orgánicos.
El árbol del cerezo puede crecer naturalmente en casi cualquier lugar elevándose por encima de los diez metros.
Como alimento las cerezas son muy sanas y digestivas. Es una fruta muy sabrosa propia del comienzo de verano. En as virtudes medicinales cabe destacar un marcado efecto diurético, en parte por las sales minerales, ricas en potasio, y en parte por los flavonoides. Los derivados salicílicos le confieren al cerezo propiedades febrífugas, analgésicas y antirreumáticas. Además tiene un suave efecto laxante, que se acrecienta en función de la dosis.
Existen infinidad de variedades de cereza, por lo que la composición cambia de unas a otras. En general, se puede decir que son muy ricas en azúcar invertido. También contienen pequeñas cantidades de ácido salicílico, materias tánicas, pectinas y un colorante rojo llamado queracianina. Asimismo aparecen algunas sales potásicas. En las semillas se encuentra un aceite graso, trazas de esencia y algunos ácidos tóxicos como el cianhídrico. La composición de las cerezas ácidas es semejante, con un aumento de la concentración de algunos ácidos orgánicos.