Sì, Rufi. Tambièn estoy apenado por el fallecimiento del padre de Señito y de Pedro.
Es ley de vida, pero aunque asì sea, es muy doloroso tener que abandonar el calor y la presencia de un ser querido.
Por ello, yo no me canso de repetir que tenemos la obligaciòn de SER
FELICES. No debemos olvidarnos de esa obligaciòn, ya que sin esperarlo, a la vuelta de la
esquina, nos està esperando la sorpresa del sufrimiento y el dolor.
Un beso. Abrìgate.
Acabo de hablar con mìs primos que residen en Portugalete
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