Puede que al escribir ‘Camino de Balsaín’ en 1911, poesía publicada en su poemario Campos de Castilla, Machado presintiera que podía acabar viviendo una temporada en Segovia:
“ ¿Eres tú, Guadarrama, viejo amigo, / la sierra de mis tarde madrileñas / que yo veía en el azul pintada? / Por tus barrancos hondos / y por tus cumbres agrias. / mil guadarramas y mil soles vienen, / cabalgando conmigo a tus entrañas”.
“ ¿Eres tú, Guadarrama, viejo amigo, / la sierra de mis tarde madrileñas / que yo veía en el azul pintada? / Por tus barrancos hondos / y por tus cumbres agrias. / mil guadarramas y mil soles vienen, / cabalgando conmigo a tus entrañas”.