Chiste: En el infierno
Llegan 3 hombres al infierno, un andaluz, un catalán y un madrileño. El diablo les dice:
– Os daré una oportunidad de ir al cielo y que os salvéis del infierno.
– Aquel que aguante 3 latigazos míos, se podrá ir. Antes de los latigazos podréis poneros lo que queráis en la espalda. ¡A ver si aguantáis!
Los hombres aceptan… Primero el andaluz, toma una gran losa de cemento. El diablo… al primer latigazo rompe la losa.
El andaluz dice:
– ¡Ya!, ¡ya!, no, no, yo aquí me quedo.
Después el catalán, pasa y se arrodilla.
El diablo dice:
– ¿No te vas a poner nada en la espalda?
– Yo sólo necesito meditación.
– Bueno, como quieras.
Da el primer latigazo y el catalán sólo gime un poco.
El segundo latigazo y el catalán tranquilo.
El tercer latigazo y el catalán fresco como una lechuga.
Entonces dice el diablo:
– Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
– Sí, pero antes quiero ver al madrileño, que siempre sale ganando en los chistes, ahora quiero ver con qué sale…
El turno del madrileño, se arrodilla, y el diablo le dice:
– ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
– ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
– ¡Lo que quieras!
– A ver tú, catalán, ¡ven p’acá!
Llegan 3 hombres al infierno, un andaluz, un catalán y un madrileño. El diablo les dice:
– Os daré una oportunidad de ir al cielo y que os salvéis del infierno.
– Aquel que aguante 3 latigazos míos, se podrá ir. Antes de los latigazos podréis poneros lo que queráis en la espalda. ¡A ver si aguantáis!
Los hombres aceptan… Primero el andaluz, toma una gran losa de cemento. El diablo… al primer latigazo rompe la losa.
El andaluz dice:
– ¡Ya!, ¡ya!, no, no, yo aquí me quedo.
Después el catalán, pasa y se arrodilla.
El diablo dice:
– ¿No te vas a poner nada en la espalda?
– Yo sólo necesito meditación.
– Bueno, como quieras.
Da el primer latigazo y el catalán sólo gime un poco.
El segundo latigazo y el catalán tranquilo.
El tercer latigazo y el catalán fresco como una lechuga.
Entonces dice el diablo:
– Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
– Sí, pero antes quiero ver al madrileño, que siempre sale ganando en los chistes, ahora quiero ver con qué sale…
El turno del madrileño, se arrodilla, y el diablo le dice:
– ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
– ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
– ¡Lo que quieras!
– A ver tú, catalán, ¡ven p’acá!