Silencio, calles vacías, carteles de 'Se vende' y casas abandonadas conforman el decorado de muchos pueblos del interior de la península. Son lugares en los que ya no nacen niños, ni se ven a jóvenes trabajando. Reflejan así el abandono de esa España que se está muriendo lentamente, y aunque cada vez son más las voces que se alzan para alertar de la situación, las medidas efectivas para frenarla se siguen haciendo esperar. La ya conocida como Laponia del Sur -debido a sus registros demográficos comparables a los de ese territorio- atraviesa las comunidades autónomas de Aragón, La Rioja, Castilla y León, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana. Son 4.200 los municipios españoles que se encuentran en riesgo de desaparición debido a la despoblación, según datos del estudio 'La sostenibilidad demográfica de la España vacía', publicado en 2017 por el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. Se trata de una amplia zona del territorio mal conectada, con servicios escasos y una bajísima densidad de población, que contrasta con la concentración de habitantes que encontramos en las grandes ciudades y en la costa.