Costumbres:
Plaza y jardines de San Vicente MártirEn la noche entre el 21 y el 22 de enero, se hace una gran hoguera en la plaza de San Vicente, como prolegómeno y preparación de la fiesta de su Santo Patrón San Vicente Mártir.
El simbolismo de este fuego, es que se quiere quemar todas las cosas negativas y malas.
El día 15 de mayo San Isidro Labrador, se celebraba un concurso de arada, con premios en metálico por parte del Ayuntamiento.
También una costumbre muy arraigada, era el PÓSITO, que consistía en que el Ayuntamiento tenia una cantidad de dinero en fondo, para prestar a los vecinos que así lo pidieran, con un interés muy bajo.
De unos años a esta parte, se viene haciendo una gran paella para todos, el día de San Vicente, con gran éxito y aceptación, y que congrega a muchos bernuyenses, de dentro y fuera de Bernuy.
El Bernuyense como buen Castellano es parco en palabras, pero amigo de sus amigos, destacando su laboriosidad y formalidad, los tratos se sellaban con un apretón de manos de mas valor que un contrato, para estos recios Castellanos, y el alboroque en el bar, que pagaba bien el comprador o el vendedor, invitando a todos los intervinientes en el trato.
Plaza y jardines de San Vicente MártirEn la noche entre el 21 y el 22 de enero, se hace una gran hoguera en la plaza de San Vicente, como prolegómeno y preparación de la fiesta de su Santo Patrón San Vicente Mártir.
El simbolismo de este fuego, es que se quiere quemar todas las cosas negativas y malas.
El día 15 de mayo San Isidro Labrador, se celebraba un concurso de arada, con premios en metálico por parte del Ayuntamiento.
También una costumbre muy arraigada, era el PÓSITO, que consistía en que el Ayuntamiento tenia una cantidad de dinero en fondo, para prestar a los vecinos que así lo pidieran, con un interés muy bajo.
De unos años a esta parte, se viene haciendo una gran paella para todos, el día de San Vicente, con gran éxito y aceptación, y que congrega a muchos bernuyenses, de dentro y fuera de Bernuy.
El Bernuyense como buen Castellano es parco en palabras, pero amigo de sus amigos, destacando su laboriosidad y formalidad, los tratos se sellaban con un apretón de manos de mas valor que un contrato, para estos recios Castellanos, y el alboroque en el bar, que pagaba bien el comprador o el vendedor, invitando a todos los intervinientes en el trato.