Me comentó mi hermana que encontró esta página y había escrito en ella y de casualidad la encuentro. Sólo quiero dejar constancia del cariño que se le tiene "al pueblo". Comparándome con los amigos "de aquí de Madrí" que no tienen pueblo, me siento un afortunado con una infancia perfecta. No teníamos mucho (tu bici=tu independencia, y una raqueta vieja) pero los veranos empezaban el 20 de junio y terminaban con depresión y llanto el 15 de septiembre, justo el día antes de volver al cole. Han pasado ... (ver texto completo)