Se llama así por estar ubicada en la plaza de su nombre, que antiguamente se conocía como Plaza de los Cacharros, por celebrarse allí un mercado de cerámica.
La fuente estaba instalada en la plaza mayor, y hacia los años sesenta fue colocada en esta plaza.
La casa que se ve al fondo de la fotografía (con la fachada de ladrillo y cal) ocupa ahora el lugar donde se encontraba la iglesia de Santa Marina, de la que solo se conserva su torre, de estilo mudéjar.