Según los estudiosos, esta calle, juntamente con la de San Esteban, la Puerta de San Andrés, la Plaza del Mercado del Pan y la Puerta de la Judería delimitaban el espacio reservado a las familias de los hebreos, aunque también podían vivir cristianos en la zona, como los hebreos en otras zonas, como por ejemplo en el barrio cristiano de San Esteban. No obstante, el espacio antes citado era el considerado como de la judería.