PISANDO LOS HOSPITALES
El pisar los hospitales
nunca produce alegría,
sin que tengas grandes males
piensas mucho en la agonía.
De nada sirven consejos,
ni lamentar tus pesares,
tan solo sufres reflejos
que nadie cura en los bares.
Con la conciencia marcando
las horas que llevas dentro,
y tu corazón pensando
en no querer ser el centro.
Cuando recibes el alta
de nuevo sientes la vida,
nadie a tu rumbo le asalta,
solo quieres despedida.
Si vale sufrir callado
en las noches dolorosas,
cualquier enfermo curado
busca las sendas dichosas.
Cuando regresas contento
olvidando los dolores,
no quieres ver sufrimiento
ni que te cuenten temblores.
Las soledades se olvidan
sin preguntar la desgracia,
si los enfermos se cuidan
habrá poca mente lacia.
Como tu casa ninguna
para poder bien cuidarte,
allí puedes ver la Luna
mientras sueñas relajarte.
En Cuevas tienes raíces
de tus años infantiles,
allí no habrá cicatrices
ni consejos juveniles.
G X Cantalapiedra. Dedicada a Julián Arraz Paul. Mi amigo.
5 – 6 – 2019.
El pisar los hospitales
nunca produce alegría,
sin que tengas grandes males
piensas mucho en la agonía.
De nada sirven consejos,
ni lamentar tus pesares,
tan solo sufres reflejos
que nadie cura en los bares.
Con la conciencia marcando
las horas que llevas dentro,
y tu corazón pensando
en no querer ser el centro.
Cuando recibes el alta
de nuevo sientes la vida,
nadie a tu rumbo le asalta,
solo quieres despedida.
Si vale sufrir callado
en las noches dolorosas,
cualquier enfermo curado
busca las sendas dichosas.
Cuando regresas contento
olvidando los dolores,
no quieres ver sufrimiento
ni que te cuenten temblores.
Las soledades se olvidan
sin preguntar la desgracia,
si los enfermos se cuidan
habrá poca mente lacia.
Como tu casa ninguna
para poder bien cuidarte,
allí puedes ver la Luna
mientras sueñas relajarte.
En Cuevas tienes raíces
de tus años infantiles,
allí no habrá cicatrices
ni consejos juveniles.
G X Cantalapiedra. Dedicada a Julián Arraz Paul. Mi amigo.
5 – 6 – 2019.