SOLEDADES DE LAS NOCHES DE CUEVAS DE PROVANCO,
Soledades con silencios entre vientos enfrentados, soledades de misterios sobre pueblos despoblados. Estas tierras de labranza, estos viñedos podados, esos cereales perdidos, con labradores pensando. Esta tierra de Castilla que a veces vive llorando, es posible que su cuna, busque gente sin reparos. Las noches parecen negras cuando se vive llorando, y aparecen las culebras que el campo no quiere fangos. Estas tierras castellanas cargadas de sobresaltos, hicieron bellas mañanas, con personas y sus llantos. No podemos buscar gentes que quieran pasar de largo, las personas más valientes, no quieren ver ese encargo. Cuevas lleno de leyendas, con Sacramenia a su lado, lugares que son testigos de algunos tiempos pasados. Labradores trabajando sobre los suelos helados, viñedos que van dejando muchos sueños desterrados. Esta Castilla sedienta, sin querer pasar de largo, muchas penas se la aumentan incluso con el embargo. Atrás quedaron motivos, por detrás se ven los campos, no busquemos adjetivos en tiempos de tristes llantos. Hay jornadas de leyendas, con sus penas desgarradas, y caminos entre sendas con las noches marginadas. Seguir pensando en la vida, la muerte no vale nada, siempre con la frente erguida incluso en la madrugada.
Un abrazo para Julián Arranz Paul, mi amigo de siempre. G X Cantalapiedra.
Soledades con silencios entre vientos enfrentados, soledades de misterios sobre pueblos despoblados. Estas tierras de labranza, estos viñedos podados, esos cereales perdidos, con labradores pensando. Esta tierra de Castilla que a veces vive llorando, es posible que su cuna, busque gente sin reparos. Las noches parecen negras cuando se vive llorando, y aparecen las culebras que el campo no quiere fangos. Estas tierras castellanas cargadas de sobresaltos, hicieron bellas mañanas, con personas y sus llantos. No podemos buscar gentes que quieran pasar de largo, las personas más valientes, no quieren ver ese encargo. Cuevas lleno de leyendas, con Sacramenia a su lado, lugares que son testigos de algunos tiempos pasados. Labradores trabajando sobre los suelos helados, viñedos que van dejando muchos sueños desterrados. Esta Castilla sedienta, sin querer pasar de largo, muchas penas se la aumentan incluso con el embargo. Atrás quedaron motivos, por detrás se ven los campos, no busquemos adjetivos en tiempos de tristes llantos. Hay jornadas de leyendas, con sus penas desgarradas, y caminos entre sendas con las noches marginadas. Seguir pensando en la vida, la muerte no vale nada, siempre con la frente erguida incluso en la madrugada.
Un abrazo para Julián Arranz Paul, mi amigo de siempre. G X Cantalapiedra.