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ESTEBANVELA: Herrero - Estebanvela (Ayllón) ¿Cómo era el grupo...

Herrero - Estebanvela (Ayllón)

¿Cómo era el grupo que habitó La Peña de Estebanvela?. Según indica Cacho, se trataba de un clan “no demasiado numeroso” que acudía “con cierta asiduidad” al abrigo, posiblemente todos los años. Usaban La Peña de manera estacional, únicamente en los meses más cálidos. Durante su estancia, se aprovisionaban de sílex para fabricar diversos utensilios que les permitían cazar y pescar.

Los huesos hallados en los niveles más antiguos del yacimiento, de hace 14.000 años, confirman que los moradores de La Peña cazaban, sobre todo, ciervos y cabras. La alimentación fue variando con el paso del tiempo, y en los niveles de 11.000 años de antigüedad aparecen, principalmente, huesos de caballos, superando en número a los de cabras, ciervos y conejos. Posiblemente, esta evolución de los hábitos alimenticios estuviera motivada por un cambio climático que favoreció un hábitat más apropiado para la permanencia de caballos en las inmediaciones de la Peña. Las manadas iban a esta zona cuando se agostaban los prados de otras áreas. Y ese era el momento aprovechado por los habitantes de La Peña para cazar ejemplares jóvenes, viejos o enfermos. Algunos de los huesos encontrados en el yacimiento fueron machacados en el momento de la caza, con el objeto de extraer el tuétano, de importante valor en proteínas.

“Ellos aprovechaban los recursos que proporcionaba el entorno más cercano; no se desplazaban a buscar animales a grandes distancias”, asegura la arqueóloga.

Conocer los vegetales que consumían los habitantes de este abrigo de Estebanvela es uno de los retos a los que habrá de enfrentarse el equipo de investigadores en los próximos años. Para ello contará con el laboratorio de Arqueobotánica del CSIC, que ya ha comenzado a analizar restos. Además de carnes y vegetales, en la Peña se comían peces, truchas exactamente, a buen seguro que provenientes del cercano río Aguisejo.

Cuando llegaba el invierno, el clan emigraba al norte. “No sabemos exactamente a donde se dirigían, pero está claro que era en dirección al Atlántico”. Algunas semejanzas entre útiles hallados en La Peña y otros de yacimientos del norte peninsular fechados en la misma época han hecho pensar a los arqueólogos en la existencia de una serie de relaciones entre grupos humanos del Cantábrico y del Sistema Central. Posiblemente, los habitantes de la Peña remontaran en su viaje el río Duero hasta enlazar, a través del corredor de La Bureba, con el alto Ebro, que permitiría el acceso al Cantábrico. En el recorrido se encontrarían con otros grupos, con los que se intercambiarían objetos y, posiblemente, mujeres.
Las antiguas escuelas de la localidad se convertirán el próximo año en un Centro de Interpretación

• Impulso a Estebanvela. Cuando las primeras excavaciones arqueológicas revelaron la importancia del yacimiento de La Peña, el Ayuntamiento de Ayllón, del que depende el pueblo de Estebanvela, propuso la construcción de un Centro de Interpretación de este abrigo paleolítico. Y, si se cumplen los pronósticos, dicha instalación se inaugurará el próximo año. “En mayo o junio debería de estar funcionando”, ha señalado el concejal de Cultura de Ayllón, Francisco Javier Sanz.

El Centro de Interpretación se ubicará en las antiguas escuelas de la localidad, que próximamente serán restauradas. El proyecto de acondicionamiento del edificio, valorado en 156.000 euros, será subvencionado por Codinse en un 80%, correspondiendo al Ayuntamiento de Ayllón sufragar el 20% restante.

Una vez que Codinse anuncie oficialmente que subvenciona el proyecto, un hecho que se espera en las próximas semanas, el Ayuntamiento de Ayllón iniciará los trámites para la contratación de una empresa constructora. “Esperamos que la intervención se inicie antes del final de este año”, añadió Sanz. El Centro de Interpretación contará con una sala explicativa del yacimiento paleolítico, además de otra en la que se proyectará un audiovisual sobre La Peña. Por otra parte, también se diseñará una ruta de senderismo que, partiendo del Centro de Interpretación, lleve a los visitantes hasta el propio yacimiento, alejado cerca de un kilómetro del pueblo.

El proyecto de apertura del Centro de Interpretación contempla la contratación de un guía para atender a los grupos que visiten el yacimiento.