Porque la vida es un cuento, que a veces es necesario reescribir, o darle la vuelta.
Porque digan lo que digan los cuentistas muchas veces la realidad supera la ficción, porque siempre, siempre, en la vida como en los cuentos (ya que se acaban, y eso es irremediable), hay que conseguir el final
feliz.
NO CREAS EN LOS CUENTOS DE PRINCESAS (Soneto casi-cuento)
Erase una vez una damisela
curtida en los asuntos de la corte,
virtuosa hermosa de elegante porte,
aficionada al cuento y la novela.
Convertirse
... (ver texto completo)