Sorprende la altura de la nave principal, rematada por un
ábside semicircular y una elegante techumbre de madera, así como las
cúpulas y
ventanas mudéjares en ladrillo de la nave lateral. Algunos historiadores sostienen su función como sinagoga. Al final de la
calle visitamos la
Iglesia medieval de
Santa María, que se encuentra en la parte alta del
pueblo, presidiendo la
plaza de pueblo. Bien merece la pena, una visita y recorrer su entorno