Según el parte de guerra redactado el 27 del mismo mes, recogido en la crónica de Ibn Hayyan transcrita por Pedro Chalmeta, tras arrasar Roa, las gentes de
Guadalajara imploraron al califa que, en vez de dirigirse a Gormaz para abastecerse, atacase “los
castillos y cultivos” de los cristianos asentados en la ribera del Riaza. Así, éste “dirigió las tropas contra el
río Haza, no dejando allí
castillo que no destruyese, aldea que no arrasase, ni medio de vida que no acabase”. Tras el descalabro del
ejército musulmán el Alhandega, el resto de las tropas se dirigió hacia Atienza y Guadalajara
camino de
Córdoba