Nos habla el documento de la traslación a finales del siglo XIII del centro neurálgico a la zona alta de la localidad, quedando como
parroquias las
iglesias de
Santa María “que dizen del castiello” para la zona superior y la de
San Miguel para la baja. de Santa María “que dizen del castiello” para la zona superior y la de San Miguel para la baja. De ellas dependían en lo eclesiástico y tributario el resto de iglesias de
Maderuelo, la mayoría de ellas extramuros, lo que nos habla de un primer hábitat disperso, en
barrios separados entre sí por unos centenares de metros, a modo de diminutas aldeas de campesinos entorno a un recinto fortificado alargado y reducido, bien adaptado al espolón sobre el que se alza y fácilmente defendible. Concretamente a la
parroquia de Santa María –que era “la mayor en la mas honrrada”– se vinculaban las de
El Salvador, San Juan, Santa
Cruz,
Santo Domingo y Santa Coloma (cuyos préstamos pertenecían a la mesa episcopal); de San Miguel dependían las de San Millán, San Martín y San Andrés.