Estas piezas de sílex eran muy prácticas pues con ciertos golpes bien aplicados se conseguían excelentes filos para descuartizar los animales de
caza o retirar las pieles. Además de su dureza se adapta muy bien a los movimientos de la mano. Otra cosa que siempre me llamó la atención al estudio de estos núcleos paleolíticos (Bifaces u otros) es si sus dueños no se harían daño al cogerlos por lo agudo de sus aristas y filos y es que acaso la
piedra como utensilio se usase con ayuda de otro complemento, un pedazo de piel o de tejido cuando estos existieran.