Este trozo mide unos escasos centímetros, pero el auténtico a lo largo debía ser más grande. Hay que fijarse en el ángulo superior derecho donde aparece la hechura para coger la hoja con los tres dedos de la mano, pulgar índice y anular. Es de asombrarse lo delicado del asunto y cómo los dedos se ajustan a la perfección al ángulo de la hoja.