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Historia Informal de Membibre. Cap. III (Cont.)
La verdad sea dicha de toda esa baraúnda de cosas no debieran enterarse mucho en Membibre. Con el paso de los años y el lento y pertinaz acumulo de riqueza y aparatos, el pueblo, al igual que los pueblos de alrededor se fueron consolidando, el número de vecinos aumentaba, las casas se hacían de mejor forma y seguramente ya se encargaba a los técnicos albañiles de fabricarlas.
Los núcleos de habitación debieron seguir siendo los mismos con un lugar principal en el viejo castro de El Castillo, lugar donde permanecería la vieja casta de membibreños, zonas de casas en el Barrio de Abajo y hacia el actual Batán. Otro sitio donde había casas era la zona de Los Huertos y el Molino de Arriba por los restos encontrados. También hay que citar en la zona de las Fuentecillas que había una especie de gran casa de pastores con forma en los muros -esquinas redondeadas- parecida a las hechuras de la cerca de El Castillo y por supuesto la vieja alquería de alfareros en Los Comunes. Esto me hace pensar en un cierta y curiosa forma de distribución de los primeros lugares de habitación en este pequeño lugar según la cual las primeras chozas o casas van apareciendo muy cerca de las antiguas cuevas, como si a cada cueva le correspondiese muy cerca un grupo de casas.
No puede saberse muy bien a ciencia cierta la forma social o de organización de aquel pueblo Membibre en la época hispanorromana, aunque con seguridad se mantuvieron los antiguos arquetipos y viejas formas de gobierno (consejos o reunión de familias) y de solventar los asuntos judiciales.
Quizás fuese ya por estas fechas del siglo III al IV cuando por estos predios llegasen los nuevos adelantos propuestos por la civilización romana. En los lugares más adelantados de la península ya se construían embalses de agua en los ríos para suministro de las ciudades, canalizaciones, acueductos, y acequias para el regadío de los campos. La producción agraria se haría por el método del barbecho y con nuevas técnicas revolucionarias como el arado de punta de hierro. Se usaron así mismo prensas para el vino y el aceite y aparecen los primeros molinos hidráulicos, o sea el aprovechamiento de la corriente de los ríos para mover las piedras de moler.
Quizás fuese así mismo con la llegada de los luminosos años de la Historia cuando se fueran perfilando los límites de la propiedad de tierras para cada pueblo, algo que con el paso de los años llegaría a ser el Término Municipal. En este mismo sentido y en otros muchos anteriores (la propiedad de la tierra -fuese comunal o particular- y los rebaños, de la casa y los aparatos, las relaciones comerciales o de canje) lo que se advierte es que la cosa sucede siempre de lo mínimo a lo grandioso, desde las estructuras más elementales a las estructuras comarcales y más allá y, más tarde, hacia la organización del Estado. Esta clase de "espiral hacia fuera", se correspondería, con la sucesión de los hechos históricos, con otra clase de "espiral hacia dentro", que se manifiesta en el cobro de los impuestos por la producción y la pertenencia de tierras y rebaños, de la casa y de las personas físicas, o la importancia y mérito de pertenecer a diócesis y reinos, provincias y estados.
Pero de cierto lo que puede pensarse para lugares como Membibre en cuanto al desarrollo sería una preclara economía mixta de rebaños de cabras y ovejas y agraria con un aumento paulatino de las superficies cultivables, la existencia de cierta casta de artesanos, y acaso también la práctica de la caza de ciervos y jabalíes en los bosque de pinos y encinas. También se podría hablar de la existencia de las primeras redes de senderos, caminos y carreteras, -al margen de la demostración de calzadas romanas, por estos predios inexistentes- que comunicarían de manera eficaz unos pueblos con otros y lugares en el territorio de cada pueblo y por las que transitarían carros, bestias y personas. Y en cuanto a la evolución de la propia sociedad, sería el flujo de gentes entre unos lugares y otros lo más significativo, asistencia a fiestas y eventos en otros pueblos, parientes que iban y venían y los matrimonios entre individuos de diferentes pueblos.
La verdad sea dicha de toda esa baraúnda de cosas no debieran enterarse mucho en Membibre. Con el paso de los años y el lento y pertinaz acumulo de riqueza y aparatos, el pueblo, al igual que los pueblos de alrededor se fueron consolidando, el número de vecinos aumentaba, las casas se hacían de mejor forma y seguramente ya se encargaba a los técnicos albañiles de fabricarlas.
Los núcleos de habitación debieron seguir siendo los mismos con un lugar principal en el viejo castro de El Castillo, lugar donde permanecería la vieja casta de membibreños, zonas de casas en el Barrio de Abajo y hacia el actual Batán. Otro sitio donde había casas era la zona de Los Huertos y el Molino de Arriba por los restos encontrados. También hay que citar en la zona de las Fuentecillas que había una especie de gran casa de pastores con forma en los muros -esquinas redondeadas- parecida a las hechuras de la cerca de El Castillo y por supuesto la vieja alquería de alfareros en Los Comunes. Esto me hace pensar en un cierta y curiosa forma de distribución de los primeros lugares de habitación en este pequeño lugar según la cual las primeras chozas o casas van apareciendo muy cerca de las antiguas cuevas, como si a cada cueva le correspondiese muy cerca un grupo de casas.
No puede saberse muy bien a ciencia cierta la forma social o de organización de aquel pueblo Membibre en la época hispanorromana, aunque con seguridad se mantuvieron los antiguos arquetipos y viejas formas de gobierno (consejos o reunión de familias) y de solventar los asuntos judiciales.
Quizás fuese ya por estas fechas del siglo III al IV cuando por estos predios llegasen los nuevos adelantos propuestos por la civilización romana. En los lugares más adelantados de la península ya se construían embalses de agua en los ríos para suministro de las ciudades, canalizaciones, acueductos, y acequias para el regadío de los campos. La producción agraria se haría por el método del barbecho y con nuevas técnicas revolucionarias como el arado de punta de hierro. Se usaron así mismo prensas para el vino y el aceite y aparecen los primeros molinos hidráulicos, o sea el aprovechamiento de la corriente de los ríos para mover las piedras de moler.
Quizás fuese así mismo con la llegada de los luminosos años de la Historia cuando se fueran perfilando los límites de la propiedad de tierras para cada pueblo, algo que con el paso de los años llegaría a ser el Término Municipal. En este mismo sentido y en otros muchos anteriores (la propiedad de la tierra -fuese comunal o particular- y los rebaños, de la casa y los aparatos, las relaciones comerciales o de canje) lo que se advierte es que la cosa sucede siempre de lo mínimo a lo grandioso, desde las estructuras más elementales a las estructuras comarcales y más allá y, más tarde, hacia la organización del Estado. Esta clase de "espiral hacia fuera", se correspondería, con la sucesión de los hechos históricos, con otra clase de "espiral hacia dentro", que se manifiesta en el cobro de los impuestos por la producción y la pertenencia de tierras y rebaños, de la casa y de las personas físicas, o la importancia y mérito de pertenecer a diócesis y reinos, provincias y estados.
Pero de cierto lo que puede pensarse para lugares como Membibre en cuanto al desarrollo sería una preclara economía mixta de rebaños de cabras y ovejas y agraria con un aumento paulatino de las superficies cultivables, la existencia de cierta casta de artesanos, y acaso también la práctica de la caza de ciervos y jabalíes en los bosque de pinos y encinas. También se podría hablar de la existencia de las primeras redes de senderos, caminos y carreteras, -al margen de la demostración de calzadas romanas, por estos predios inexistentes- que comunicarían de manera eficaz unos pueblos con otros y lugares en el territorio de cada pueblo y por las que transitarían carros, bestias y personas. Y en cuanto a la evolución de la propia sociedad, sería el flujo de gentes entre unos lugares y otros lo más significativo, asistencia a fiestas y eventos en otros pueblos, parientes que iban y venían y los matrimonios entre individuos de diferentes pueblos.