Cap. IV Tiempos de liberación. (Cont.)
Sobre lo que sucediera en Membibre en estos primeros compases de la nueva era, la Edad Gótica, guarda relación y tiene que ver con anteriores formas de progreso y como un seguimiento de las costumbres e industrias tradicionales. Ahora no tanto en esta primera fase de la Edad Gótica como en la segunda, se podría decir que se trata de la época de mayor desarrollo y previsión para los habitantes del viejo castro en El Castillo.
Este lugar de El Castillo, a parte de otras descripciones, es un pequeño alto o saliente respetado por la zona sedimentaria de arroyos y manantiales de los alrededores, lugar que debe su presencia a su simple consistencia rocosa pues, en efecto, la piedra caliza de diferente dureza se halla a pocos centímetros de profundidad en todo el perímetro. El lugar conforma unas medidas aproximadas de unos 210 metros de largo por 50 de ancho y la superficie de arriba es plana y uniforme. Es aquí como ya dijimos el primero o de los primeros lugares donde se observan pruebas de habitación continuada por parte de los primeros habitantes de Membibre.
Es de suponer que con el paso de los siglos todo aquel lugar llegara a formar una pequeña aldea o castro rodeado de una cerca de piedra para la seguridad de animales y personas del interior. No puede saberse si esa cerca, de una altura aproximada entre 1´50 y 2 metros de alto, ahora con las pertinentes alarmas de patrullas del color que fuesen, llegaría a tener en algún momento la categoría de muralla, o si siempre conservara su misma altura y utilidad hasta los últimos días de habitación del castro.
En el sentido de continuidad del progreso hay que mentar aquí la existencia de unos pozos excavados en la roca -ya mentados- que aparecen distribuidos por toda la superficie del castro y que se podrían datar -su construcción- en estas fechas a partir del siglo V. Estos pozos de los que aparecen esquemas en la Galería Fotográfica serían construidos con fines específicos de tener agua a mano para el consumo de los animales y acaso de las propias personas. La construcción es una recia obra conseguida a base de trabajar la roca caliza con golpes de hacha o macheta metálica, pues esos golpes se aprecian en la abertura de los pozos. Tienen un orificio fabricado por debajo de la leve capa terrosa de un diámetro aproximado de 90- 110 cmt. Después de un borde de algo más que una cuarta aparece el espacio del pozo que se agranda hacia el interior haciendo un recipiente casi esférico de unos 2 metros de ancho por 2´30 de alto. Sobre el sistema que se siguiera para tener llenos esos pozos -de los que acaso cada vivienda dispusiera del suyo propio- no son muchas las posibilidades. Podría tratarse de pozos para el aprovechamiento del agua de lluvia por lo que existirían regatos o canalizaciones en la superficie, naturales o de pequeña obra, que recogerían sin más el agua que cayera sobre los tejados de las viviendas. O podría tratarse de pozos de agua potable que sería transportada a lo alto del pequeño cerro por carros aguadores desde el río o los manantiales. Pero también podrían ser pozos realizados para la defensa del castro o sea de aguantar la presencia de patrullas o gentes armadas alrededor. Pero esta posibilidad parece la más remota de todas, pues ni siquiera es posible pensar que en ese castro llegara existir una muralla como dios manda, sino el mantenimiento de la vieja cerca para que no se perdieran personas ni animales. No existen además muestras ni restos de antiguas piezas que tengan que ver con el hecho bélico.
De cualquier forma la existencia de esos pozos y otras manifestaciones en la superficie, grandes piedras de habitación, muros y cimientos, nos ofrece la idea para pensar que la fiesta del progreso continúo en Membibre a pesar del cambio histórico y el inicio de esta nueva Era Gótica.
En cuanto a otros aspectos de civilización y cultura en estos tiempos de presencia Visigoda, se trata sin duda de un ambiente de cambio. Las noticias vuelan y el duende del comercio -ya por estas fechas muy desarrollado- también, las personas y los animales se mueven por los caminos, los carromatos de comerciantes, también. El tipo de economía y en seguimiento de la antigua norma, consistiría básicamente en el trabajo del campo y de la tierra y la posesión de rebaños. Acaso ahora la posesión de grandes animales, burros, mulas y caballos, parejas de bueyes, vacas y toros. Aunque así mismo podría hablarse de industria y artesanía según la vieja costumbre, "in" particular, de no ir a buscar a otro pueblo lo pudiera ser fabricado en el propio. Estos trabajos de agricultura y ganadería tendrían como fin primordial la supervivencia de la familia y el vecindario. Con la producción de sobrantes, parte de ello se almacenaría y otra parte sería, sin duda, usada para el canje con otros productos. Aunque se podría pensar en una cierta organización de comerciar el trigo y la cebada, productos ganaderos, leche, lana, queso, cachorros para el matadero, que sería ya vendido por dinero y éste empleado a parte para la consecución de otros materiales y productos. Sería ya acaso a partir de estas fechas del gotievo cuando la posesión de dinero en casa comenzaría a ser algo importante y un uso normal.
De cualquier forma este rollo de tener dinero en casa como una costumbre es de suponer que a nivel general en lugares peninsulares, habría sido algo más normal en los tiempos de los romanos, de ello no hay más que echar un vistazo a cualquier lugar de rescates arqueológicos. Los dineros y monedas romanas se seguirían utilizando en tiempos visigodos, pero paulatinamente irían desapareciendo en el tráfago del comercio. Los reyes visigodos hicieron así mismo acuñaciones de monedas, pero la cosa no es lo mismo, pues se conoce que no entendían tampoco mucho de ese preciso negocio y el dinero no circularía con la misma asiduidad que en tiempos romanos, acaso fuera que la gente tuvieran más cuidado con él, de cualquier forma la evidencia a nivel arqueológico no tiene ni punto de comparación. O sea en tiempos del Gotievo el dinero casi desaparece y entonces había que pensar que momentáneamente la cosa del comercio regresa a las viejas formas del canje de productos y la habilidad desplegada en ello.
En cuanto al tema de la propiedad de la tierra y la compra y venta de la misma, existen indicios por estos lugares de la Meseta Norte que ya en tiempos romanos las tierras se compraban y vendían por extensión y por dinero en un sentido muy parecido a lo que se hace en la actualidad. Ello nos da pie para pensar que la propiedad de la tierra ya correspondería a cada familia o grupo de familias y las tierras del "término" pues al propio pueblo, aunque también existirían territorios llamados "del común" en remembranza de antiguas épocas prehistóricas.
La forma, entonces, de afectar, en los pequeños lugares como Membibre, el sistema político con lo expuesto del pacto de propiedad entre los señores godos y los propietarios hispanorromanos, pues no se sabe, en realidad esa clase de pactos y tratos en las altas esferas por razones de conquista guerrera y militar, siempre se hicieron de espaldas al simple propietario de lo mismo y el efecto de esos pactos se haría notar en el sentido del cobro de impuestos y partes de cosechas. A lo que se referirían entonces por casualidad esos pactos es que los señores visigodos cobrarían los impuestos de dos tercios de las tierras y territorios y los propietarios hispanorromanos lo harían del tercio restante. Pero ¿en qué sentido los viejos propietarios hisanorromanos se quedaron con un tercio de territorio o con el cobro de los impuestos para ese tercio de territorio? Quizás en tiempos visigodos no se pagasen impuestos en muchos lugares, o se pagasen en un sentido de nación, o los prebostes de la propia Iglesia, no se sabe. De cualquier forma la cuestión es, ¿Quienes son esos antiguos propietarios que antes se llamaron hispanorromanos, después hispanogodos y de "qui ná" "señores cristianos"? Ahora con la puesta en marcha de la llamada Reconquista tendremos ocasión de verlos, de observar su entrada en acción y la definición de sistemas sociales " in sempiternum" en la mayoría de los lugares peninsulares. Ello no nos es del todo demasiado inconveniente en estos lugares castellanos.
Sobre lo que sucediera en Membibre en estos primeros compases de la nueva era, la Edad Gótica, guarda relación y tiene que ver con anteriores formas de progreso y como un seguimiento de las costumbres e industrias tradicionales. Ahora no tanto en esta primera fase de la Edad Gótica como en la segunda, se podría decir que se trata de la época de mayor desarrollo y previsión para los habitantes del viejo castro en El Castillo.
Este lugar de El Castillo, a parte de otras descripciones, es un pequeño alto o saliente respetado por la zona sedimentaria de arroyos y manantiales de los alrededores, lugar que debe su presencia a su simple consistencia rocosa pues, en efecto, la piedra caliza de diferente dureza se halla a pocos centímetros de profundidad en todo el perímetro. El lugar conforma unas medidas aproximadas de unos 210 metros de largo por 50 de ancho y la superficie de arriba es plana y uniforme. Es aquí como ya dijimos el primero o de los primeros lugares donde se observan pruebas de habitación continuada por parte de los primeros habitantes de Membibre.
Es de suponer que con el paso de los siglos todo aquel lugar llegara a formar una pequeña aldea o castro rodeado de una cerca de piedra para la seguridad de animales y personas del interior. No puede saberse si esa cerca, de una altura aproximada entre 1´50 y 2 metros de alto, ahora con las pertinentes alarmas de patrullas del color que fuesen, llegaría a tener en algún momento la categoría de muralla, o si siempre conservara su misma altura y utilidad hasta los últimos días de habitación del castro.
En el sentido de continuidad del progreso hay que mentar aquí la existencia de unos pozos excavados en la roca -ya mentados- que aparecen distribuidos por toda la superficie del castro y que se podrían datar -su construcción- en estas fechas a partir del siglo V. Estos pozos de los que aparecen esquemas en la Galería Fotográfica serían construidos con fines específicos de tener agua a mano para el consumo de los animales y acaso de las propias personas. La construcción es una recia obra conseguida a base de trabajar la roca caliza con golpes de hacha o macheta metálica, pues esos golpes se aprecian en la abertura de los pozos. Tienen un orificio fabricado por debajo de la leve capa terrosa de un diámetro aproximado de 90- 110 cmt. Después de un borde de algo más que una cuarta aparece el espacio del pozo que se agranda hacia el interior haciendo un recipiente casi esférico de unos 2 metros de ancho por 2´30 de alto. Sobre el sistema que se siguiera para tener llenos esos pozos -de los que acaso cada vivienda dispusiera del suyo propio- no son muchas las posibilidades. Podría tratarse de pozos para el aprovechamiento del agua de lluvia por lo que existirían regatos o canalizaciones en la superficie, naturales o de pequeña obra, que recogerían sin más el agua que cayera sobre los tejados de las viviendas. O podría tratarse de pozos de agua potable que sería transportada a lo alto del pequeño cerro por carros aguadores desde el río o los manantiales. Pero también podrían ser pozos realizados para la defensa del castro o sea de aguantar la presencia de patrullas o gentes armadas alrededor. Pero esta posibilidad parece la más remota de todas, pues ni siquiera es posible pensar que en ese castro llegara existir una muralla como dios manda, sino el mantenimiento de la vieja cerca para que no se perdieran personas ni animales. No existen además muestras ni restos de antiguas piezas que tengan que ver con el hecho bélico.
De cualquier forma la existencia de esos pozos y otras manifestaciones en la superficie, grandes piedras de habitación, muros y cimientos, nos ofrece la idea para pensar que la fiesta del progreso continúo en Membibre a pesar del cambio histórico y el inicio de esta nueva Era Gótica.
En cuanto a otros aspectos de civilización y cultura en estos tiempos de presencia Visigoda, se trata sin duda de un ambiente de cambio. Las noticias vuelan y el duende del comercio -ya por estas fechas muy desarrollado- también, las personas y los animales se mueven por los caminos, los carromatos de comerciantes, también. El tipo de economía y en seguimiento de la antigua norma, consistiría básicamente en el trabajo del campo y de la tierra y la posesión de rebaños. Acaso ahora la posesión de grandes animales, burros, mulas y caballos, parejas de bueyes, vacas y toros. Aunque así mismo podría hablarse de industria y artesanía según la vieja costumbre, "in" particular, de no ir a buscar a otro pueblo lo pudiera ser fabricado en el propio. Estos trabajos de agricultura y ganadería tendrían como fin primordial la supervivencia de la familia y el vecindario. Con la producción de sobrantes, parte de ello se almacenaría y otra parte sería, sin duda, usada para el canje con otros productos. Aunque se podría pensar en una cierta organización de comerciar el trigo y la cebada, productos ganaderos, leche, lana, queso, cachorros para el matadero, que sería ya vendido por dinero y éste empleado a parte para la consecución de otros materiales y productos. Sería ya acaso a partir de estas fechas del gotievo cuando la posesión de dinero en casa comenzaría a ser algo importante y un uso normal.
De cualquier forma este rollo de tener dinero en casa como una costumbre es de suponer que a nivel general en lugares peninsulares, habría sido algo más normal en los tiempos de los romanos, de ello no hay más que echar un vistazo a cualquier lugar de rescates arqueológicos. Los dineros y monedas romanas se seguirían utilizando en tiempos visigodos, pero paulatinamente irían desapareciendo en el tráfago del comercio. Los reyes visigodos hicieron así mismo acuñaciones de monedas, pero la cosa no es lo mismo, pues se conoce que no entendían tampoco mucho de ese preciso negocio y el dinero no circularía con la misma asiduidad que en tiempos romanos, acaso fuera que la gente tuvieran más cuidado con él, de cualquier forma la evidencia a nivel arqueológico no tiene ni punto de comparación. O sea en tiempos del Gotievo el dinero casi desaparece y entonces había que pensar que momentáneamente la cosa del comercio regresa a las viejas formas del canje de productos y la habilidad desplegada en ello.
En cuanto al tema de la propiedad de la tierra y la compra y venta de la misma, existen indicios por estos lugares de la Meseta Norte que ya en tiempos romanos las tierras se compraban y vendían por extensión y por dinero en un sentido muy parecido a lo que se hace en la actualidad. Ello nos da pie para pensar que la propiedad de la tierra ya correspondería a cada familia o grupo de familias y las tierras del "término" pues al propio pueblo, aunque también existirían territorios llamados "del común" en remembranza de antiguas épocas prehistóricas.
La forma, entonces, de afectar, en los pequeños lugares como Membibre, el sistema político con lo expuesto del pacto de propiedad entre los señores godos y los propietarios hispanorromanos, pues no se sabe, en realidad esa clase de pactos y tratos en las altas esferas por razones de conquista guerrera y militar, siempre se hicieron de espaldas al simple propietario de lo mismo y el efecto de esos pactos se haría notar en el sentido del cobro de impuestos y partes de cosechas. A lo que se referirían entonces por casualidad esos pactos es que los señores visigodos cobrarían los impuestos de dos tercios de las tierras y territorios y los propietarios hispanorromanos lo harían del tercio restante. Pero ¿en qué sentido los viejos propietarios hisanorromanos se quedaron con un tercio de territorio o con el cobro de los impuestos para ese tercio de territorio? Quizás en tiempos visigodos no se pagasen impuestos en muchos lugares, o se pagasen en un sentido de nación, o los prebostes de la propia Iglesia, no se sabe. De cualquier forma la cuestión es, ¿Quienes son esos antiguos propietarios que antes se llamaron hispanorromanos, después hispanogodos y de "qui ná" "señores cristianos"? Ahora con la puesta en marcha de la llamada Reconquista tendremos ocasión de verlos, de observar su entrada en acción y la definición de sistemas sociales " in sempiternum" en la mayoría de los lugares peninsulares. Ello no nos es del todo demasiado inconveniente en estos lugares castellanos.
Un comentario de explicación sobre el uso de los pozos encontrados en El Castillo, pues resulta que en la reciente construcción de unas casas en el Barrio de Abajo a unos cincuenta metros del cauce del río, aparecieron, me contaron, otra serie de esos misteriosos pozos y que quienes lo vieron pensaron que se trataba de silos para el grano. Bien ahí queda la cosa que puede ser. Esos pozos no se habría fabricado solo en El Castillo sino que habría sido una costumbre en todo el ambiente del pueblo, además eso de usarlos como silos puede ser, ya no se encuentra mucha explicación para esos nuevos pozos en el Barrio de Abajo, cerca de la Ermita, y sobre todo tan cerca del río que contuvieran agua para el uso.