Aquí escribe otro “anónimo” más. Y sí, se me puede llamar también “cobarde”, como decís vosotros los que firmáis con nombres y apellidos. Pero es que todos sabemos que el mundo es muy pequeño y mas pequeño aún es este pueblo y esta comarca, por lo que no quiero que esta humilde, y objetiva opinión, me perjudique a mi y mas especialmente a los que me rodean.
Si que es verdad que se puede apreciar un avance en el pueblo en los últimos años, pero también es cierto que hay mucha gente “anónima” detrás de ese avance que quiere que su pueblo sea mucho más de lo que es ahora. Muchos de ellos han apostado por el futuro de este pueblo construyendo casas, es verdad, otros muchos colaboran con la recién estrenada asociación para que poco a poco vea la luz. Pero creo que la apuesta de los primeros es más bien una apuesta individualizada y no creo que se Deva “al empuje constructivo” que el Ayuntamiento según algunos está realizando. Incluso diría yo que el Ayuntamiento está provocando, a lo mejor sin saberlo, el efecto inverso: en vez de ejercer de mediatores en temas de conflicto entre sus vecinos, en ocasiones se posicionan por un bando provocando malestar entre los otros y mal entendimiento general entre sus vecinos.
Me ha sorprendido muchísimo algún comentario acerca del bar de este pueblo. Que le falta un poco de higiene, creo que de toda la comarca es sabido y que no se puede negar, sería un cínico el que lo pensara. Pero si que es verdad que gracias a él la gente que lo frecuenta no padece de enfermedades víricas ni de las típicas gastroenteritis veraniegas. Incluso diría yo que se ha alcanzado un estado de inmunidad entre sus vecinos digno de estudio de la OMS (ahora que está tan de moda estas siglas por la gripe del pollo). También es de agradecer que su dueño nos haya acercado al mundo animal enseñándonos el medio en el que viven muchas de sus especies. En ocasiones se hubiera agradecido un poco mas de luz artificial para apreciar algún detalle que a simple vista nuestra retina pudiera haber omitido.
Las críticas pueden ser constructivas o destructivas, siempre dependiendo de cómo se las tome la persona a la que van dirigidas. No creo que se pueda juzgar a una persona que libremente ha expresado su opinión en un medio público porque como decía alguno “todo el mundo comete errores y si no los cometiera sería Dios”. Quizás habría que pensar por qué hay gente en el pueblo que puede llegar a decir eso de unas personas y pararse a analizar que situación ha podido provocarlo. Pero también es mas sencillo atacar diciendo que “moral no se levanta con anónimos” como él, cuando el pueblo se levanta día tras día con cientos de anónimos; o que “nos ha faltado al respeto a todos”, cuando mi respeto no se ha visto afectado en la menor medida. Quizás cuando las personas con nombre y apellidos lean esta opinión, me ataquen a mí del mismo modo que le han atacado a él. Pero que sepan, que mi co nciencia está muy tranquila puesto que no he faltado el respeto a nadie y que si todo en el pueblo estuviera perfecto y nadie dijera nada malo de él, habríamos conocido el paraíso terrenal.
Si que es verdad que se puede apreciar un avance en el pueblo en los últimos años, pero también es cierto que hay mucha gente “anónima” detrás de ese avance que quiere que su pueblo sea mucho más de lo que es ahora. Muchos de ellos han apostado por el futuro de este pueblo construyendo casas, es verdad, otros muchos colaboran con la recién estrenada asociación para que poco a poco vea la luz. Pero creo que la apuesta de los primeros es más bien una apuesta individualizada y no creo que se Deva “al empuje constructivo” que el Ayuntamiento según algunos está realizando. Incluso diría yo que el Ayuntamiento está provocando, a lo mejor sin saberlo, el efecto inverso: en vez de ejercer de mediatores en temas de conflicto entre sus vecinos, en ocasiones se posicionan por un bando provocando malestar entre los otros y mal entendimiento general entre sus vecinos.
Me ha sorprendido muchísimo algún comentario acerca del bar de este pueblo. Que le falta un poco de higiene, creo que de toda la comarca es sabido y que no se puede negar, sería un cínico el que lo pensara. Pero si que es verdad que gracias a él la gente que lo frecuenta no padece de enfermedades víricas ni de las típicas gastroenteritis veraniegas. Incluso diría yo que se ha alcanzado un estado de inmunidad entre sus vecinos digno de estudio de la OMS (ahora que está tan de moda estas siglas por la gripe del pollo). También es de agradecer que su dueño nos haya acercado al mundo animal enseñándonos el medio en el que viven muchas de sus especies. En ocasiones se hubiera agradecido un poco mas de luz artificial para apreciar algún detalle que a simple vista nuestra retina pudiera haber omitido.
Las críticas pueden ser constructivas o destructivas, siempre dependiendo de cómo se las tome la persona a la que van dirigidas. No creo que se pueda juzgar a una persona que libremente ha expresado su opinión en un medio público porque como decía alguno “todo el mundo comete errores y si no los cometiera sería Dios”. Quizás habría que pensar por qué hay gente en el pueblo que puede llegar a decir eso de unas personas y pararse a analizar que situación ha podido provocarlo. Pero también es mas sencillo atacar diciendo que “moral no se levanta con anónimos” como él, cuando el pueblo se levanta día tras día con cientos de anónimos; o que “nos ha faltado al respeto a todos”, cuando mi respeto no se ha visto afectado en la menor medida. Quizás cuando las personas con nombre y apellidos lean esta opinión, me ataquen a mí del mismo modo que le han atacado a él. Pero que sepan, que mi co nciencia está muy tranquila puesto que no he faltado el respeto a nadie y que si todo en el pueblo estuviera perfecto y nadie dijera nada malo de él, habríamos conocido el paraíso terrenal.