El
Palacio de
Riofrío se encuentra en las inmediaciones de los las
Navas de Riofrío y
La Losa y está rodeado por el Bosque de Riofrío, una maravillosa zona forestal de 625 hectáreas cercada con un muro de
piedra y en la que podremos contemplar, bajo unas centenarias encinas, a gamos y ciervos en libertad.
Fue mandado construir por Isabel de Farnesio en 1751 en una dehesa adquirida al Marqués de Paredes al pensar que se iba a quedar privada del Palacio Real de La Granja tras la muerte de su marido Felipe V, fallecido en 1746. Tras la muerte del rey Fernando VI, Isabel de Farnesio fue llamada a ocupar la regencia y trasladó su residencia al Palacio Real de La Granja, convirtiendo al de Riofrío en pabellón de
caza. Se trata de un
edificio cuadrangular de grandes dimensiones, austero y sobrio, pero con un interior de
arquitectura barroca, destacando su
escalera principal, dividida en dos gemelas y simétricas.