Una nueva idea necesita para adquirir fuerza que se considere como algo necesario y razonable. La igualdad de la mujer o los derechos humanos son dos buenos ejemplos de ello. Fue necesario que se creyese en esos conceptos como algo justo y que podía llevarse a la práctica, para que pudiesen formar parte de nuestra realidad. Lo mismo ocurre con la iniciativa que planteamos en esta página: un sistema para que los ciudadanos defendamos directamente nuestros intereses de forma cómoda y sencilla.
Es evidente que hoy en día el sistema democrático tradicional resulta inoperante para dar solución a muchos de los problemas más importantes de nuestra sociedad. Una prueba de esto es que hay una generación entera que ha sido despojada de la posibilidad de conseguir una vivienda y un trabajo dignos, y que la situación difícilmente va a arreglarse si depende de lo que decidan los partidos políticos en el poder, porque estos son financiados por quienes quieren que las cosas se mantengan como estan.
No hay duda de que el futuro está en que los ciudadanos encontremos cauces para defender directamente nuestros derechos, compensando la enorme influencia que ejerce en política el poder económico.
Es evidente que hoy en día el sistema democrático tradicional resulta inoperante para dar solución a muchos de los problemas más importantes de nuestra sociedad. Una prueba de esto es que hay una generación entera que ha sido despojada de la posibilidad de conseguir una vivienda y un trabajo dignos, y que la situación difícilmente va a arreglarse si depende de lo que decidan los partidos políticos en el poder, porque estos son financiados por quienes quieren que las cosas se mantengan como estan.
No hay duda de que el futuro está en que los ciudadanos encontremos cauces para defender directamente nuestros derechos, compensando la enorme influencia que ejerce en política el poder económico.