IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, se construyó durante el S. XVI. Por su traza, se le ha atribuido a Rodrigo Gil de Hontañon; la
torre fue levantada bajo las directrices de Diego de Matienzo. Es de estilo
gótico, perceptible con mayor intensidad en las
bóvedas de la cabecera; de tres naves y sostenida por robustas
columnas toscanas, vista desde el exterior da la impresión de sobriedad y esbeltez. El
altar mayor se adorna con buen
retablo barroco en el que destaca, por su rareza, la escenificación del martirio de
Santa Águeda; los
altares laterales son los de Santa Ana y el de Nuestra Señora del Rosario; al pie de la iglesia existe otra
capilla, donde se encuentra el
Cristo de la Buena Muerte, que en su día se veneraba en la
Ermita del Cristo del Humilladero, por los Hermanos de la Cofradía de las Cinco Llagas. Sosteniendo la tribuna se puede ver un ejemplo magnífico de
arco escarzado, y sobre la tribuna un buen
órgano del S. XVIII que fue traído a la localidad durante la Guerra de la Independencia, procedente de la Real
Colegiata de
San Ildefonso. Sobre el altar de Santa Ana se han colocado, en el interior de dos urnas, las Reliquias que Fray Esteban de las Monjas, natural de
Paradinas y monje cartujo en el
Monasterio de El Paular, donó a su
pueblo en el año 1854. Bajo la tribuna se expone uno de los
mosaicos de la Villa
romana.
EL
PALACIO
El Palacio, es en realidad una casona rural, típica de los caballeros villanos que tanto abundaban en la Castilla
medieval y que basaban su fortuna en las propiedades agrarias; su construcción data de mediados del S. XV, aunque posteriores reformas la dotan de huellas renacentistas, visibles aún en su
patio columnado de estilo renacentista; su aspecto de fortaleza sé reforzaba con los
torreones que fueron derribados en la década de los cincuenta; su primer dueño debió ser D. Juan Sánchez de Zuazo, Oidor de la Real Audiencia, siendo rey Juan II; según Colmenares, fue constructor de la famosa
puente llamada de Zuazo en
Cádiz; sus descendientes emparentaron con los Jiménez, los Arias Dávila y Virués y una larga lista de Caballeros y nobles segovianos; algunos de ellos ocuparon cargos de importancia en la administración del Nuevo Mundo. De
casa principal durante la baja edad media, a lo largo de los siglos XVI y XVII esta casona se convirtió para sus huéspedes, en lugar de esparcimiento y recreo que era atendido por el mayordomo, criadas y hasta capellán propio.
Después de haber visitado el Centro de Interpretación Arqueológica, puedes, viajero sin prisa, dar un
paseo por las tranquilas
calles de Paradinas; no busques grandiosos
monumentos ni joyas de un
arte para pocos. Te invitamos a un viaje donde tu imaginación tiene que recomponer los vestigios que hoy quedan de la
historia de los humildes; un viaje por la historia silenciosa de un pueblo castellano, en el que cada
edificio nos habla, no solo de la función para el que fue concebido, sino también de los anhelos que allí surgieron.
La ubicación del Centro de Interpretación Arqueológica, se sitúa en lo que debió ser la parte principal del pueblo a lo largo de los siglos modernos; desde aquí se pueden ver el Concejo viejo, el
Hospital de Santa Ana, la Iglesia y el Palacio. No sería descartable que en su día el prado que hay delante fuese la
Plaza del pueblo.
El Concejo viejo, fue utilizado hasta la mitad del S. XIX, posiblemente su construcción date del S. XV; allí eran convocados los vecinos para decidir los asuntos municipales "a
campana tañida, como es uso y
costumbre de nos ayuntarnos en este lugar".
Reuniones que durante los siglos XVIII u XIX se celebraban ordinariamente todos los viernes, con dos alcaldes y dos regidores elegidos anualmente por el mes de enero; al lado del Concejo hay un edificio del S. XIX que perteneció al Marques de Castellanos, en el cual se guardaba el trigo y cebada perteneciente a las rentas de sus tierras en Paradinas, que por cierto eran muchas.
El Hospital, es un edificio del S. XV que sirvió como lugar de acogida de pobres y enfermos; los Hermanos de la Cofradía de Santa Ana vigilaban su funcionamiento; hacia la mitad del S. XVI, el Licenciado D. Alonso de Zuazo, nació en Paradinas y enviado por Cisneros a Indias, "Oidor que fue de la Real Audiencia de la Ciudad de los Reyes del
Perú", hizo una donación de tierras, con cuyas rentas se dio un gran impulso a las funciones caritativas que cumplía el Hospital; el cargo de hospitalero se nombraba anualmente en la festividad de S. Pedro y S. Pablo, día en que en el que también se remataban los distintos oficios y cargos de la institución tales como alcaldes, mayordomos, escribano, mullidores, etc.
Cerca de la Iglesia se encuentra la que fue Ermita del Cristo del Humilladero, de la que ya existen noticias en el S. XVI. En ella se reunían los hermanos de la Cofradía de las Cinco Llagas. A su lado esta El Cristo, lugar donde finaliza el
Calvario que se realiza el Viernes
Santo.
Fuente: http://www. paradinas. ya. st/