La puerta de entrada al pórtico por su lado meridional nos sorprende con su decoración de arcos lobulados. Esta decoración existente en varias iglesias de la cuenca del río Duratón nos testifica y recuerda el trabajo de artífices mudéjares que, convivirían con la población cristiana y casi la única explicación de la aparición de este modo de trabajar en el alfoz de Sepúlveda. Dicha puerta de triple arquivolta y chambrana, la primera y tercera de grueso bocel y la intermedia con decoración geométrica ... (ver texto completo)