Matanza: En casi todas las
casas de la zona se hacía la tradicional matanza, pues los
inviernos eran muy duros y no había tanto surtido de alimentos. El mes de noviembre era el indicado para empezar a realizarlas, aunque dependía de como viniese ese año el
invierno.
Se compraba un
cerdo y generalmente se cebada en
casa. Cuando estaba suficientemente gordo, se mataba y se le sacaba toda la sangre antes de que éste hubiese muerto. Sangre que posteriormente se utilizaría para hacer las morcillas y el calducho. Una vez muerto el animal, se despedazaba toda la carne y se la metía en adobo, en sal..... picándose para hacer chorizo.
Caldereta: En la trashumancia, los pastores iban por las cañadas con los rebaños de
ovejas. Si veían que alguna de ellas estaba patiquebrada (rotura de una pata), el pastor la sacrificaba y con ella se hacía la caldereta.
Antiguamente en
Prádena, no se hacía la caldereta sino el frite: se cocía mucho la carne (por ser muy dura), se machacaba un ajo y se añadía pimentón con un poco de aceite. Al coincidir pastores castellano con extremeños en la trashumancia, el frite fue evolucionando hasta lo que hoy conocemos con el nombre de caldereta, que hoy en día, ya no es de
oveja, sino de cordero, por ser su carne más tierna.
Cuando los esquiladores, esquilaban las ovejas, el "amo" les daba una por cada 100 esquiladas, a la cual mataban y cocinaban sirviendo de sustento para todo el día.
"EL DÍA DEL PRADO"
El domingo y el lunes de pascua, todos los vecinos de Prádena, se juntan en dos prados para merendar,
comer y cenar. Se hacen mesas de
piedras. Los niños juegan al "inque", palo de madera al que sacan punta y clavan en la hierba.
Durante los días de
Carnaval, los mozos del
pueblo sacan "la tora"; se colocan cuatro maderas, unidas entre sí haciendo un rectángulo y además se unen unos cuernos de
vaca en la parte posterior, los mozos intentan "pillar" a las mozas.
Migas: Aunque las migas no son típicas de esta comarca, las trajeron a estas tierras los pastores extremeños.