Todos los años en primavera cuando el campo está en su esplendor, cojo la cámara y voy caminando por esos caminos tan extraordinarios que tiene mi pueblo, Rapariegos. En esta época es una gozada pasear por cualquier camino y ver, como los sembrados despiertan del frio invierno y, en pocos días, las cañas del trigo y cebada se alargan cerca del metro. Pero no solo eso, las cunetas que separan el camino del sembrado se llenan de flores como si de un jardín largo y enorme se... [Caminando por el Sotillo]
Escoltando el camino, mieses doradas y verde, salpicado con sangre amapola, como decia Cándido.